Foto: Josue Díaz (NotiPress/Composición)
Hoy en día el consumo sostenible se ha convertido en una conversación constante en los empaques de las diferentes industrias; el packaging es una forma de proteger o cuidar el producto. Sin embargo, cuando las empresas empiezan a priorizar las necesidades y preferencias de sus públicos, empiezan a implementar opciones sostenibles, más responsables con el medio ambiente.
A raíz de lo anterior, una de las industrias que más han implementado acciones sostenibles es la de la cosmética. De acuerdo con EAE Business School en su estudio del lujo, consultados por NotiPress, en 2021 el incremento de las ventas de dicha industria fue de +14,3% en comparación a 2020. Ello, quedando a menos de 7 puntos de alcanzar el nivel de 2019; a pesar de ser uno de los sectores más afectados por la pandemia, por el uso del cubrebocas.
Con ello, Colombia ocupa el octavo puesto a nivel mundial de los países que más consumieron productos cosméticos en 2020. Lo anterior, después de países como Japón, quien ocupa el primer puesto con un gasto de 269,50 euros al año en la industria de la cosmética. Asimismo, le siguen países como Estados Unidos, Reino Unido, Arabia Saudí, de acuerdo con el portal de estadística en línea, Statista.
De esta forma, la industria de la cosmética y belleza ha comenzado a trabajar comprometidamente en mejorar sus prácticas de consumo sostenible. Igualmente, cambiando la manera de hacer pruebas de cosméticos, ello, porque anteriormente las realizaba con animales, lo cual ha sido un gran debate durante la última década. Por consiguiente, actualmente esta industria ha mejorado tanto sus componentes de producción como de sus envolturas o empaques.
Para Bethlem Boronat, profesora del máster en Liderazgo en Sostenibilidad y RSC de EAE Business School, al principio las marcas parecían seducidas por los empaques teóricamente ecológicos. En la actualidad, se ve un enfoque del marketing de los productos más sostenible, con empaques más dudosos. Lo cuales, están centrados en el concepto, de reciclado, poco demostrable, o de reciclable, que pone la responsabilidad medioambiental en el cliente final y no en tanto en la empresa productora.
Frente a tal situación, las nuevas generaciones de consumidores han representado un factor importante en que las empresas empiecen a considerar las exigencias de un abordaje más sostenible. Ello, mayormente en la industria cosmética, la cual no solo debe ser cuidadosa con sus empaques, sino con toda su producción. Esta, deberá ser más responsable con el medio ambiente, especialmente, cuando empieza a preocupar el concepto de microplástico en los océanos.
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