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Las desigualdades por género en México son variadas y condicionadas por las relaciones de poder entre hombres y mujeres, donde se plantea que el hombre debe seguir los roles de proveedor y la mujer el rol reproductivo; situación que, a pesar de la incorporación de políticas públicas orientadas a disminuir la brecha de género, aún mantiene proporciones dispares.
En el sector emprendedor, las mujeres enfrentan obstáculos para lograr desarrollar sus proyectos empresariales. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), los estigmas culturales en México son la principal causa de la falta de emprendimiento en mujeres, además del bajo acceso a la educación y a recursos económicos o financieros.
México es el país miembro de la OCDE con el menor porcentaje de acceso a créditos registrado en compañías lideradas por mujeres; además, las emprendedoras crean sus empresas no por convicción sino como último recurso para obtener ingresos lo que limita su potencial de crecimiento, pues solo 30 de cada 100 mujeres emprendedoras se siente optimista respecto al futuro de su compañía, según datos de la OCDE.
Sin embargo, estos indicadores negativos han motivado a instancias privadas y gubernamentales a generar políticas y programas de impulso al emprendimiento, diseñadas específicamente para incentivar a las mujeres su incursión en el mundo empresarial, a través de educación, capacitación y acceso a mejores servicios financieros.
De acuerdo con la tercera edición del estudio Index of Women Entrepreneur 2019, las economías de Ecuador, Indonesia, Filipinas, Vietnam, Ghana, Nigeria y Uganda han logrado la paridad de género en el ámbito empresarial; un éxito significativo en la búsqueda de mejores oportunidades para las mujeres.
La iniciativa privada ha puesto atención al aspecto educativo con eventos como "Girls4Tech", organizado por MasterCard, que busca promover el apoyo a proyectos desarrollados por mujeres jóvenes, relacionados con materias culturalmente pensadas para hombres como ciencia, tecnología e industria, llevándolas a foros de encuentro con expertos en dichas áreas que las acompañen para impulsar sus proyectos, eliminando así los estereotipos de género y reforzando su vocación.
Por su parte, el gobierno de México anunció en febrero de este año un incremento del 60 por ciento en los recursos destinados a disminuir la brecha de género en el país, destinando para 2020 un monto de 103.5 mil millones de pesos comparado con los 64.6 mil millones que destinó en 2019, según datos del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres).
Dichos recursos serán destinados a diversos rubros entre los que destacan: educación pública, servicios de salud, trabajo, previsión social y bienestar, así como al presupuesto de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim).
Aunque la brecha de género sigue interrumpiendo el éxito de las emprendedoras mexicanas, actualmente 3 de cada 5 micro, pequeñas y medianas empresas en nuestro país son dirigidas por mujeres, hecho que destaca el deseo y convicción del género por seguir ganando terreno y conquistar el entorno empresarial.
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