La dinámica global de las cadenas de suministro cambió drásticamente en años recientes. Factores como la pandemia de Covid-19, los conflictos geopolíticos y las disrupciones logísticas revelaron las debilidades de los modelos tradicionales, donde las empresas estadounidenses dependían de largas cadenas globales, especialmente con centros de producción en Asia. Ante esta situación, muchas compañías están buscando nuevas estrategias para redefinir sus operaciones, priorizando la proximidad geográfica y la resiliencia operativa.
Una de las principales estrategias que emergió es el strategic shoring, un modelo que busca acercar las cadenas de suministro a los mercados de consumo clave, como Estados Unidos, mediante la relocalización de operaciones en las Américas. Este enfoque ha ganado tracción por su capacidad de mejorar la agilidad y la estabilidad frente a las crisis globales.
Modelo global a regional
El modelo tradicional de cadenas de suministro globales se vio afectado por múltiples crisis en la década reciente. El bloqueo del Canal de Suez, la sequía en el Canal de Panamá y los cierres industriales en Asia, entre otros, generaron demoras e incrementos de costos significativos para las empresas estadounidenses. Esta realidad ha llevado a muchas organizaciones a reconsiderar la distribución de sus operaciones.
En lugar de depender de fábricas en Asia, donde los tiempos de transporte son largos y las interrupciones pueden tener efectos desastrosos, las empresas están apostando por una reestructuración que acerque la producción a los Estados Unidos. Este cambio busca mejorar la agilidad, mitigar riesgos geopolíticos y reducir costos asociados a aranceles y transporte.
El rol del strategic shoring en la redefinición
El strategic shoring se ha convertido en una pieza clave para la reconfiguración de las cadenas de suministro. A diferencia del nearshoring, que se centra principalmente en la relocalización de operaciones a un país cercano, como México, el strategic shoring busca diversificar la producción en múltiples países del continente americano. México sigue siendo un destino importante, pero países como Colombia, Brasil y Canadá también juegan un papel clave en esta estrategia.
De acuerdo con el informe "El beneficio de la proximidad" de KPMG, el 69% de las empresas estadounidenses planea que la mayor parte de sus cadenas de suministro estén ubicadas en las Américas en los próximos tres años. Esto no solo responde a una necesidad de reducir tiempos de entrega y costos, sino también de crear una red más resiliente y menos vulnerable a las fluctuaciones globales.
Beneficios de acercar la producción
Uno de los beneficios más evidentes de acercar las cadenas de suministro es la reducción de los tiempos de entrega. Al tener operaciones más cercanas, las empresas pueden responder más rápidamente a las demandas del mercado, lo que es especialmente crítico en sectores como el automotriz, el tecnológico y el de bienes de consumo. Además, los costos asociados a tarifas y transporte se reducen significativamente cuando los productos no deben atravesar océanos para llegar a su destino final.
Otro aspecto importante es la mejora en el control de calidad y la capacidad de supervisar más de cerca las operaciones. Al reubicar las fábricas y centros de distribución más cerca de sus sedes corporativas, las empresas pueden implementar estándares más estrictos y tener un mayor control sobre sus procesos productivos.
Desafíos a enfrentar
Si bien el strategic shoring ofrece muchos beneficios, también plantea desafíos. Uno de los más importantes es la necesidad de adaptar la infraestructura local a las nuevas demandas. Aunque países como México y Brasil cuentan con bases industriales robustas, otras regiones de América Latina todavía están desarrollando la capacidad logística necesaria para soportar grandes operaciones. La disponibilidad de talento especializado también es una preocupación en ciertos mercados emergentes.
Otro reto es el manejo de las complejidades fiscales y regulatorias en los diferentes países de la región. Las empresas deben asegurarse de comprender y adaptarse a los marcos normativos locales para maximizar los beneficios fiscales y evitar sanciones o complicaciones legales.
Un futuro basado en la proximidad
La transición hacia cadenas de suministro más cortas y regionales continuará acelerándose en los próximos años. Las empresas estadounidenses reconocen que la proximidad no solo ofrece ventajas operativas, sino también una mayor estabilidad frente a los riesgos globales. Países como México, Colombia y Canadá se perfilan como destinos estratégicos para las compañías que buscan una mayor resiliencia, acceso a mercados y reducción de costos.
En este nuevo escenario, el strategic shoring se presenta como una solución efectiva para las empresas que desean mantenerse competitivas, ágiles y preparadas para enfrentar un mundo cada vez más incierto.
DESCARGA LA NOTA SÍGUENOS EN GOOGLE NEWS