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Innovar es parte de la agenda de las empresas que están madurando digitalmente, y no sólo están innovando más sino que además lo hacen de maneras diferentes. Uno de los ejes primordiales de esa innovación digital empresarial son las colaboraciones entabladas mediante ecosistemas digitales (externos) y equipos laborales multidisciplinarios (internos); estos dos factores incrementan la agilidad organizacional, pero una mayor agilidad trae consigo el riesgo de superar las políticas de gobierno institucionales. Las empresas requieren políticas firmes en relación con la ética de los negocios digitales.
A fin de lograr la madurez digital empresarial esperada, expertos de Deloitte aconsejan lo siguiente:
- Colaborar con ecosistemas innovadores. Una de las estrategias de las compañías durante su proceso de maduración digital es fomentar o participar en ecosistemas innovadores, los cuales son menos formales y más flexibles en comparación con las instituciones tradicionales. Por la propia naturaleza de estos espacios, se requiere comunicar objetivos claros a los trabajadores y generar prácticas de gobierno para guiar la participación.
- Fomentar equipos multidisciplinarios. Para un mejor funcionamiento de estos equipos, se necesita combinar autonomía y objetivos claros; el rendimiento se mide no sólo por equipo, también por individuo. Si bien no son siempre necesarios en todas las empresas, agregan significativo valor al modelo de negocio cuando mayor innovación y agilidad son requeridas, son idóneos para impulsar nuevas oportunidades de negocios.
- Jerarquías menos rígidas. El permitir a los equipos explorar libremente tarde o temprano llevará a unos cuantos fracasos ocasionales, pero esto es sano y útil. Cuando altos ejecutivos se involucran en todos los departamentos, se ayuda a los líderes a cultivar entornos de apoyo. Desde el financiamiento, el pensar en términos de los productos, no de los proyectos, fomenta la innovación y la exploración, así ya no se limitan los alcances de los resultados.
- Determinar barreras de protección éticas al impulsar la innovación empresarial. Los valores empresariales deben estar en sintonía con las innovaciones y los mercados donde cada empresa opera. La ética no es una restricción sino un facilitador del crecimiento: incorporar estas cuestiones desde el diseño mismo de un producto prevé posibles problemas. Tal clase de políticas está sujeta a ser reevaluadas y actualizadas conforme evolucionan tecnologías y mercados.
Los equipos ágiles, los ecosistemas innovadores y la protección ética son aceleradores de la innovación digital empresarial. Tanto las colaboraciones internas como los ecosistemas externos a las empresas han comprobado ser útiles herramientas para generar mayor innovación y agilidad dentro de las compañías; por eso es de esperarse continúen expandiéndose estrategias del tipo de las colaboraciones a través de ecosistemas digitales y equipos laborales multidisciplinarios. Ahora bien, el acelerado ritmo de innovación y transformación actual requiere barreras de protección éticas como facilitadoras para garantizar el éxito de la madurez digital empresarial.
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