Foto: Sergio F Cara (NotiPress)
Las startups healthtech, que buscan transformar la calidad, eficiencia y accesibilidad de los servicios médicos, enfrentan retos significativos en su desarrollo. Sin embargo, el respaldo de fondos especializados en ciencia y tecnología está abriendo nuevas oportunidades en México y América Latina.
En México, existen cerca de 300 startups healthtech enfocadas en diversas soluciones. Entre las más comunes están la telemedicina, los expedientes clínicos electrónicos y las farmacias digitales, según Erick Salazar, coordinador general de la Asociación HealthTech México. Estas empresas se concentran en herramientas prácticas que permiten optimizar procesos médicos. Sin embargo, Salazar destaca que "seguimos rezagados en proyectos más científicos, como genómica o terapias personalizadas".
Uno de los desafíos principales para este tipo de empresas radica en los modelos de negocio. Si bien muchas startups presentan tecnologías innovadoras, suelen carecer de equipos multidisciplinarios o estrategias comerciales efectivas. Juan Valero, del Tecnológico de Monterrey, explica que "no necesitan hacerlo todo solos. Incorporar especialistas es clave para estructurar proyectos exitosos". A esto se suma un marco regulatorio rígido, en particular los procesos de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), que suelen retrasar las etapas clave de desarrollo.
Fondos especializados: aliados del sector healthtech
Entre los fondos que lideran esta transformación destaca Frisson Capital, un venture capital especializado en tecnologías profundas y habilitadas (deep tech y tech enabled). Este fondo no solo inyecta capital, también acompaña a las startups en procesos de incubación y aceleración. "Buscamos soluciones que tengan un impacto real en el sector salud, sea cual sea el formato tecnológico", señala Pedro López Sela, socio director del fondo.
Frisson Capital selecciona proyectos desde etapas presemilla, priorizando equipos multidisciplinarios y con capacidad de patentar innovaciones. Además, somete a los emprendedores a programas internacionales de incubación en países como Chile, Canadá y Estados Unidos, con el objetivo de reducir riesgos tecnológicos y operativos antes de su lanzamiento al mercado.
Por su parte, Gridx aplica un modelo de "company building" uniendo perfiles científicos y empresariales desde la etapa inicial. Teresa De León, directora de Gridx en México, enfatiza que "no solo invertimos capital, sino que creamos condiciones para que equipos científicos y de negocios colaboren desde el inicio". Este fondo ofrece hasta 250,000 dólares en etapas tempranas a cambio del 25% de participación accionaria, lo cual incluye acceso a laboratorios, redes de mentores y aceleradoras internacionales.
Otro caso destacado es el de HealthCo Ventures, liderado por José Miguel Ramos. Este fondo combina experiencia en la industria farmacéutica con tecnología, invirtiendo en áreas como medicina personalizada, farmacias digitales y biotecnología. "El healthtech cambia las reglas del juego al permitir innovaciones de alto impacto con menores inversiones que las necesarias para el desarrollo de moléculas", comenta Ramos.
Un ecosistema prometedor con retos pendientes
Pese a las oportunidades, las startups healthtech en México enfrentan retos complejos. Muchos proyectos se ven obstaculizados por largos periodos de validación tecnológica y un marco regulatorio que no siempre está alineado con el ritmo de innovación. A esto se suman las limitadas capacidades de los fondos generalistas, que suelen carecer de experiencia en evaluar proyectos científicos.
Sin embargo, los expertos coinciden en que el ecosistema mexicano tiene un enorme potencial. "El talento está aquí; necesitamos conectar mejor a los actores del ecosistema", concluye Erick Salazar. Las áreas prioritarias incluyen enfermedades crónicas, salud ocupacional y atención personalizada, donde las startups podrían competir globalmente si logran superar barreras regulatorias y estructurales.
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