
Foto: AMIS
La falta de coordinación entre las principales instituciones de salud en México, como el IMSS, ISSSTE, consultorios privados y seguros médicos individuales, ha derivado en una fragmentación del sistema que incrementa los costos y reduce la eficiencia en la atención. En 2023, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) reportó que cerca del 39% de la población, aproximadamente 50 millones de personas, carecía de cobertura institucional de salud.
Esta situación ha propiciado un fenómeno de duplicidad en el gasto médico. Como explicó Eduardo Lara, vicepresidente & director de Salud América Latina, RGA, Reinsurance Company, durante el panel "El futuro de la salud: creando productos con propósito", en la 34 Convención de Aseguradores AMIS, existe una triple carga financiera para ciertos usuarios: "si la pareja y ella trabaja en el sector público, él tiene IMSS y ella ISSSTE, y pagan lo mismo", ejemplificó el ponente. Esta sobreposición de coberturas sin interoperabilidad entre sistemas representa un gasto ineficiente y genera un uso desproporcionado de recursos.
Frente a este panorama, expertos destacan la urgencia de una colaboración estructurada entre el sector público y el privado. Mariana Barraza Lloréns, socia fundadora de Blutitude, sugirió que incluso sin grandes reformas, se podrían lograr mejoras operativas mediante convenios interinstitucionales que reduzcan la fragmentación. "Hay una agenda de eficiencia muy importante en el sector público […] puedes lograr eficiencias a través de convenios entre instituciones", aseguró en el panel con acceso para NotiPress.
Modelos internacionales como el sistema ISAPRE en Chile ofrecen lecciones valiosas. En este esquema, los trabajadores pueden elegir entre un seguro público o uno privado, y ambos están sujetos a protocolos médicos y de costos estrictamente regulados. Según Sofía Belmar, directora general de Prudential Seguros, este sistema permite que "la primera capa de atención está controladísima en términos de protocolos médicos", lo que optimiza los gastos cuando los casos se convierten en enfermedades de alto costo.
Por su parte, Eduardo Lara añadió que en países como Canadá, Países Bajos y Alemania, los sistemas mixtos permiten que el financiamiento sea principalmente público, mientras que los servicios pueden prestarse de manera privada. "Urge eliminar el esquema actual de doble o hasta triple pago que tenemos en México, es totalmente ineficiente", enfatizó.
Estos modelos integrados no sólo mejoran el control del gasto, sino que también amplían la cobertura y promueven una medicina basada en evidencia. Para México, avanzar hacia una estrategia coordinada podría ser clave para enfrentar desafíos como el envejecimiento poblacional y el aumento de enfermedades crónicas.
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