Ciudad de México,
Juan Manuel Flores
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress)
En México, cerca del 31.6% de las pequeñas y medianas empresas se ven obligadas a cerrar operaciones ante la falta de liquidez y capital de trabajo. Dado que en el país, cerca del 99.8%, de las más de 4.1 millón de unidades empresariales son pymes y estas representan el 52% del PIB, el financiamiento de estas es de gran relevancia en la estabilidad económica del país. Sin embargo, este tipo de empresas a menudo enfrentan dificultades para acceder al financiamiento a través de la banca privada.
Ante este panorama donde las organizaciones buscan fondos, flexibilidad y velocidad, las instituciones financieras no bancarias, como SOFOM, SOFIPO, fintech y otras, se posicionan como una alternativa de financiamiento para las pymes. En el caso particular de las Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (SOFOMES), han presentado un crecimiento significativo dada las ventajas que ofrece en comparación con la banca tradicional. Actualmente, las SOFOMES son la fuente de financiamiento de cerca del 5.9% de las pequeñas y medianas empresas en el país. Además, en el caso de las empresas con más de tres años de funcionamiento, las SOFOMES son la tercera fuente de financiamiento más importante, al ofrecer servicios financieros a 8.7% de las unidades empresariales.
Cabe destacar, las SOFOMES surgieron en 2006 con el propósito de respaldar al 90% de las unidades productivas en México. Estas se destacan de otras fuentes de financiamiento por establecer canales directos entre las instituciones y las empresas, ofreciendo así, servicios más personalizados y enfocados en necesidades empresariales específicas. Alejandro Macin, director de negocios de Serfimex Capital, mencionó para NotiPress, los bancos tradicionales, dado su volumen de operación y aversión al riesgo, no atienden a todas las empresas mexicanas. Esto deja un gran vacío de financiamiento, especialmente entre las pequeñas y medianas empresas, afirma el ejecutivo.
Macin asegura, las SOFOMES ofrecen una serie de ventajas que pueden ser beneficiosas para aquellas unidades empresariales no atendidas por la banca tradicional. Entre ellas, destaca, estas sociedades tienen una respuesta de aprobación más rápida y eficaz, menor a los 15 días, mientras las empresas pueden tardar hasta 3 meses en atender una solicitud de financiamiento. Además, describe, durante todo el proceso, los solicitantes cuenta con un asesor financiero, en vista de garantizar una atención personalizada que cumplan con las necesidades puntuales de cada empresa.
Por otra parte, las SOFOMES, al adaptarse a las necesidades específicas de cada cliente, tienen la capacidad de ofrecer flexibilidad en los pagos. Como explica el especialista, esto se debe a que la estructura financiera personalizada, evita la rigidez en los plazos estándar de la banca tradicional. Así, los plazos promedio de pago de instituciones como Serfimex, son de 12 a 60 meses para créditos y arrendamientos con montos de entre 500 mil y 100 millones de pesos. En el mismo sentido, dada la comprensión de estas sociedades sobre diversos sectores, el involucramiento de las SOFOMES en proyectos especializados, genera beneficio para los clientes, resalta.
Dado el panorama de crecimiento económico, impulsado por el nearshoring, Macin subraya la importancia de implementar acciones que contribuyan con el crecimiento de pymes. Pues estas son fundamentales para captar la inversión, al ser facilitadoras de servicios y productos. Con lo cual, impulsar a las unidades empresariales, facilitar su crecimiento y consolidación, permitirá al mercado atender la creciente expansión del nearshoring en el país.