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En Japón, el gobierno y empresas establecieron programas para reducir el impacto ambiental mediante el reemplazo de electrodomésticos antiguos por modelos energéticamente eficientes. Estos programas buscan no solo disminuir el consumo energético en los hogares, sino también fomentar una cultura de sostenibilidad. Según datos del Ministerio de Medio Ambiente, los refrigeradores actuales son un 42% más eficientes que los de hace una década, mientras que los aires acondicionados mejoraron su eficiencia energética en un 15%.
Desde octubre de 2024, el gobierno de Tokio incrementó los incentivos para la compra de electrodomésticos eficientes mediante el programa Tokyo Zero Emi Point, el cual elevó el monto de reembolso de 26000 a 80000 yenes. Este aumento en el incentivo se diseñó para promover el cambio a productos de bajo consumo. Además, ahora los compradores pueden solicitar estos subsidios en las tiendas al momento de la compra, gracias a una colaboración con minoristas simplificando el proceso de solicitud, antes limitado al correo postal o trámite en línea.
El impulso por renovar los electrodomésticos va de la mano con un fuerte compromiso en el reciclaje. En Japón, la Ley de Reciclaje de Electrodomésticos, vigente desde 1998, establece que los dispositivos antiguos deben recolectarse y procesarse para recuperar materiales útiles. En 2022, esta normativa permitió la recolección de aproximadamente 14,95 millones de aparatos, como aires acondicionados, televisores, refrigeradores y lavadoras, logrando reciclar materiales como hierro, cobre, aluminio, vidrio y plástico, con una tasa de recuperación de recursos superior al 80 %.
Fabricantes como Panasonic incrementaron la cantidad de materiales reciclados en sus nuevos productos, alcanzando que el 40% de los materiales de sus productos, incluidos lavadoras y aspiradoras, provengan de reciclaje. Además, junto a la empresa Hirabayashi Kinzoku, Panasonic desarrolló un sistema de desmontaje robótico el cual permite procesar unidades exteriores de aire acondicionado con mayor rapidez. Este sistema automatizado no solo acelera el reciclaje, sino que también responde a la escasez de mano de obra en el sector, permitiendo una gestión de residuos más eficiente.
La combinación de incentivos para la adquisición de nuevos electrodomésticos y un sistema robusto de reciclaje de productos antiguos fomenta en la población japonesa un consumo consciente y responsable. A través de estas medidas, Japón avanza hacia una economía circular, donde los hogares pueden reducir sus costos energéticos y contribuir al medio ambiente al mismo tiempo. En consecuencia a estas iniciativas, Japón se posiciona como líder en sostenibilidad y eficiencia energética.
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