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Ante la adversidad generada por la contingencia sanitaria de Covid-19, que incluye un periodo de recesión importante a raíz de cambios en cadenas de suministros y volatilidad de mercados, la innovación es indispensable para el crecimiento de las industrias, así como la estimación del impacto medible para prevenir la desaparición de empresas durante las crisis económicas.
De acuerdo con una investigación de Finnovista y Rainmaking, organizaciones especializadas en la industria financiera, titulada "Por qué las crisis son para innovar y no para hibernar", el 48% de las 300 empresas consultadas no tienen una estrategia de innovación definida, y el 28% no cuenta con metas claras respecto a la aplicación de tales estrategias. Esto genera un panorama de inversiones sin dirección, con altas probabilidades de caer en las mismas dificultades y errores que experimentaron las empresas en declive durante las recesión de 2008, principalmente por una falta de adaptación, prevención, y planeación durante el panorama actual.
Respecto a las problemáticas sobre esfuerzos de innovación enfocados a intereses personales, que no consideran factores basados en necesidades de los nichos con mayores oportunidades de crecimiento, Michel Stahl, director de Incubation Studio en LEGO, expresó: "las empresas necesitan descubrir cómo aprovechar toda la caja de herramientas de innovación". Además criticó la actitud de las empresas al enfocarse solo en la inyección de fondos e inversiones, pero no en una manera más inteligente y eficiente para utilizarlos.
En respuesta al teatro de innovación, que ocurre cuando las empresas no logran un desarrollo de proyectos con posibilidades de crecimiento, incluso si disponen de fondos y marketing, un punto de partida efectivo contra las inversiones sin dirección por la crisis consiste en estimar el impacto medible, y actuar con base en sus metas establecidas
Según especialistas consultados por Finnovista y Rainmaking, entre quienes destacan Stephen Rapoport y Benjamin Luckett, medir el impacto de la innovación se basa, esencialmente, en el retorno de la inversión; sin embargo, existen factores que empresas en situación de teatro de innovación no toman en cuenta, y afectan la innovación en un plazo mayor, como los aprendizajes derivados de los negocios futuros, métricas y metodologías para cuantificar el éxito de la innovación, y falta de evidencias que validen el retorno de inversión y su operatividad.
Asimismo, otro factor de peso que dificulta la innovación a corto y mediano plazo, en un periodo menor a 3 años, es la falta de estrategias para aprovechar la situación de crisis sin recurrir a la innovación disruptiva. Sobre este aspecto, Rapoport indicó, los programas de innovación disruptiva fracasan debido a su esquema jerárquico y burocrático, ya que representan el 30% de las razones principales del fracaso en innovación, y generan descontento en las situaciones de competencia, al enfocarse en nuevas formas de valor y desperdicio de recursos.
Una efectiva implementación de estrategias para la innovación, que considere la estimación del impacto medible, es indispensable para un entorno con oportunidades de negocios y crecimiento durante los tiempos de crisis generados por coyunturas como la pandemia de Covid-19, volatilidad de los mercados, y las recesiones económicas.
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