Las casonas urbanas se convierten en espacios laborales funcionales

 19-04-2025
Judith Moreno
   
Portada | Negocios
Foto: IG @InHouseWork

Foto: IG @InHouseWork

Durante los últimos quince años, México experimentó una expansión sostenida en el modelo de coworkings. Desde el inicio formal de estos espacios en 2010, se observa un desarrollo gradual en superficie y presencia urbana. Según cifras de Statista, al cierre de 2024 se alcanzaron aproximadamente 390,000 metros cuadrados destinados a esta modalidad, con una media de crecimiento anual cercana a los 50,000 metros cuadrados.

Este proceso responde a una evolución en las formas de organización laboral, donde la infraestructura adquiere un rol clave. Más allá del aspecto funcional, el entorno donde se desarrollan las actividades laborales influye en la experiencia del usuario. En este contexto, surgen propuestas que no solo buscan habilitar oficinas modernas, sino también conservar el valor urbano e histórico de los inmuebles.

Inhouse, empresa mexicana enfocada en coworkings boutique, compartió con NotiPress detalles sobre su enfoque basado en la rehabilitación de edificios patrimoniales. Su modelo consiste en adecuar casonas con valor arquitectónico, manteniendo sus elementos originales y adaptándolos a las necesidades actuales mediante instalaciones actualizadas y servicios integrados.

Los espacios gestionados por Inhouse priorizan el respeto por el contexto urbano. Al evitar construcciones nuevas, se reutilizan estructuras ya existentes, lo cual reduce el impacto ambiental y favorece la conservación del entorno histórico. Este tipo de intervenciones permite mantener la identidad de los barrios y al mismo tiempo ofrecer oficinas funcionales con tecnología contemporánea.

Entre las ciudades que concentran mayor número de coworkings se encuentran Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara y Querétaro. En estos lugares, la presencia de inmuebles con valor arquitectónico facilita iniciativas el cual integran trabajo, patrimonio y sostenibilidad. Estos entornos presentan una combinación de historia y modernidad que se refleja en la configuración interior de cada espacio.

Por otra parte, el crecimiento del coworking en el país también estimula la innovación en el diseño de oficinas. No se trata únicamente de habilitar escritorios compartidos, sino de crear ambientes que favorezcan la concentración, el intercambio y la comodidad. Esta lógica se traduce en la personalización de cada lugar, ajustado según el perfil de quienes lo utilizan.

A diferencia de las oficinas convencionales en edificios corporativos, los coworkings rehabilitados brindan una experiencia distinta. La recuperación de materiales originales, el uso de mobiliario adaptado a espacios antiguos y la preservación de fachadas tradicionales ofrecen un ambiente que combina funcionalidad con identidad arquitectónica.

De este modo, el modelo de coworkings implementado por Inhouse destaca dentro del ecosistema de espacios flexibles en México. Su apuesta por la rehabilitación no solo atiende necesidades laborales contemporáneas, sino que también aporta valor a la conservación del patrimonio urbano.




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