
Foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
La pandemia por COVID-19 redefinió múltiples aspectos del entorno profesional en México, entre ellos, la manera en la que se organiza el trabajo. Uno de los cambios más significativos se observa en la expansión de los espacios de coworking, los cuales se consolidaron como una solución adaptable frente a las estructuras tradicionales de oficina.
De acuerdo con información proporcionada a NotiPress por Inhouse, empresa mexicana especializada en coworkings boutique, este modelo se integra en la vida profesional de manera natural, promoviendo la colaboración, la diversidad y la flexibilidad horaria. Inhouse destacó que el 70% de su equipo está conformado por mujeres, quienes también ocupan cargos directivos, reflejando una estructura organizacional enfocada en la equidad.
Según Statista, durante el segundo semestre de 2024, México registró aproximadamente 390,000 metros cuadrados de coworkings, distribuidos principalmente en Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey y Querétaro. Este crecimiento se mantuvo constante desde 2010, reflejando una demanda sostenida por espacios los cuales ofrecen algo más que una oficina.
Uno de los aspectos más relevantes de estos espacios radica en su impacto en la cultura laboral. En lugar de jerarquías rígidas y horarios fijos, los coworkings promueven ambientes abiertos que facilitan la interacción entre profesionales de distintas industrias. Esto fomenta nuevas formas de colaboración, ampliando las redes de contacto y permitiendo proyectos compartidos que responden a intereses comunes.
Empresas como Inhouse adoptan un modelo basado en la hospitalidad, rehabilitando inmuebles históricos para ofrecer una experiencia más humana y cercana. Estos lugares no solo ofrecen infraestructura, sino también un entorno que estimula la creatividad, lo cual fue valorado por una fuerza laboral que busca mayor autonomía en su rutina diaria.
Además, se observa un cambio en la percepción del trabajo mismo. La posibilidad de operar desde distintas ubicaciones genera un sentido de pertenencia menos ligado a un escritorio fijo, fortaleciendo el equilibrio entre la vida personal y profesional. Este tipo de configuración responde a una transformación en las expectativas laborales, donde la calidad del entorno se vuelve un factor determinante.
Marianne Coruzzi, Co-Founder & Sales Director de Inhouse señaló a NotiPress que "la Ciudad de México está experimentando una transformación significativa en su mercado de oficinas corporativas, marcada por una clara tendencia hacia el ‘flight to quality’ o ‘vuelo hacia la calidad’". Esta tendencia se relaciona con la búsqueda de entornos los cuales brinden comodidad, eficiencia y diseño, en lugar de limitarse al espacio físico.
El concepto de coworking trascendió su función inicial. Hoy representa un modelo de trabajo que responde a dinámicas más horizontales y centradas en el bienestar colectivo. Bajo este esquema, la oficina tradicional se reinventa como un punto de encuentro flexible y multifuncional, la cual estimula la conexión entre personas y el desarrollo profesional.
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