Foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
Este 13 de agosto, el Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI) cumple 21 años de operación, consolidándose como una de las infraestructuras tecnológicas más relevantes para la economía digital mexicana. Desarrollado y administrado por el Banco de México (Banxico), procesa más de 5,400 millones de transferencias anuales, funcionando de manera continua las 24 horas, los 365 días del año.
De acuerdo con datos de Banxico, México se encuentra entre los 10 países con mayor volumen de pagos en tiempo real, superando a economías como Reino Unido y Canadá. Jaime Márquez, socio y director ejecutivo de Desarrollo de Negocios en Sistema de Transferencias y Pagos (STP), afirmó en información para NotiPress que SPEI ha sido "una plataforma clave para el crecimiento del ecosistema fintech, así como de sectores como el ecommerce, proptech, gaming y escolar".
Antes de su implementación en 2004, los pagos interbancarios podían tardar días y tenían costos elevados. Con SPEI, las transferencias se validan y liquidan en segundos, sin importar la hora o el día, reduciendo el uso de efectivo, promoviendo la interoperabilidad entre bancos y fortaleciendo la inclusión financiera.
En 2024, el sistema registró 5,418 millones de operaciones, manteniendo un crecimiento promedio anual de dos dígitos en los últimos cinco años. Según Márquez, Banxico ha incorporado estándares como responsables de ciberseguridad, pruebas de continuidad operativa y monitoreo permanente, lo que mantiene al sistema en constante evolución.
A pesar de que en Estados Unidos las transferencias bancarias aún pueden tardar entre uno y tres días hábiles y generar comisiones, en México más del 60% de la población bancarizada utiliza SPEI regularmente. Cifras de ACI Worldwide indican que el 8,3% de todos los pagos en el país se realizan mediante sistemas inmediatos como SPEI, proporción que podría alcanzar el 12,9% para 2028 gracias a herramientas como Dimo y el uso de CoDi.
Con 21 años de trayectoria, SPEI se ha convertido en un pilar invisible pero esencial para el desarrollo del sistema financiero mexicano, combinando innovación tecnológica y confianza institucional.
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