Ciudad de México,
Javier Merino
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Nearshoring hace referencia a una estrategia comercial donde una empresa establece sus procesos de fabricación, ensamblaje o proveeduría en el país o continente donde los comercializará. Esto reduce el riesgo de sufrir interrupciones operativas e, incluso, contar con mano de obra más barata.
La propuesta de este tipo de comercio es una práctica contraria al offshoring, cuyo objetivo es reducir los costos al ubicar a sus proveedores en destinos muy lejanos, como Asia. Sin embargo, esto puede perjudicar la cadena de suministros, como lo hemos visto a raíz del conflicto entre Rusia y Ucrania, con las consecuencias económicas que ha traído en diferentes industrias.
Por otra parte, Estados Unidos es el mayor importador de productos y mercancías del mundo, y por supuesto del continente americano. Sobre todo, importa productos de China, aunque las relaciones entre ambas naciones atraviesen una crisis en diferentes ámbitos, desde políticos hasta económicos. Por ello, el T-MEC ha cobrado gran relevancia, ya que pone en perspectiva la importancia geográfica y estratégica de México para la implementación de esta práctica, no solo a nivel regional sino global.
Por ejemplo, alrededor de 400 empresas provenientes de Asia desean instalarse en México, situación que fortalecería la inversión extranjera directa. Este tipo de inversión ha crecido debido a las nuevas plantas y líneas de producción atraídas por el nearshoring entre enero y septiembre de 2022. Esto según la Confederación de Cámaras Industriales, con palabras de José Antonio Abugaber Andonie.
Finalmente, la Secretaría de Economía aseguró que México vive condiciones inmejorables para crecer a tasas del 6 por ciento anual, especialmente impulsada por compañías que llegan atraídas por el nearshoring.