Ciudad de México,
Alejandra Rosas
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La producción de fresa en México requiere de la colaboración entre agricultores, exportadores y comercializadores para lograr un impacto favorable en la economía nacional. Según datos de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), en 2018 México ocupó el tercer lugar a nivel mundial como productor de fresa con más de 650,000 Kg., de los cuales se exportaron alrededor de 300,000, lo que representa un valor importante. Dicho cultivo es producido en los estados de Baja California, Guanajuato, Jalisco y Michoacán principalmente.
Debe ser prioridad el cuidado correcto de este alimento para su cosecha. Las plagas y enfermedades que asechan a la fresa son variadas, pueden ir desde gusanos, ácaros, pulgones o chinches, principalmente. Los productores enfrentan una problemática general al hacer frente en el control no solo plagas, sino también enfermedades fungosas y bacterianas, razón por la que es recomendado seguir el protocolo de empresas exportadoras y comercializadoras de fruta, a fin de utilizar productos autorizados por dichos organismos, para así tener un uso racional, moderado y puntual tanto de productos químicos como biorracionales.
Según declaración para NotiPress de Benjamín Hinojos, vocero de Valent, empresa especializada en comercialización de agroquímicos y biorracionales, "los sistemas de producción intensivos para cultivos de exportación de alta tecnología requieren estar a la vanguardia en tecnologías tanto de nutrición como de control de plagas y enfermedades, por lo que el uso adecuado de productos que reviertan la problemática a la que se enfrentan los productores en el día a día siempre va a ser necesaria", en conjunto con una adecuada práctica de inocuidad, con el objetivo de lograr una producción segura y ecológica.
De forma constante los productores de fresa deben implementar nuevas tecnologías, buenas prácticas agrícolas, tecnificación, además de la capacitación del personal agricultor, debido a la exigencia de la regulación internacional para continuar exportando fresa e, incluso, enfocado a consumo local o su industrialización al interior de la República Mexicana. Por otra parte, de acuerdo con las estrategias de mercado de la SADER, se recomienda que tanto los productores, empacadores y exportadores inviertan no solo en el mantenimiento, sino también al mejoramiento vegetal para así darle continuidad y fortalecer el propio mercado.
Iniciar gestiones con otros países para obtener los requisitos fitosanitarios a fin de lograr diversificar las exportaciones es una necesidad de la economía agrícola nacional, la cual hasta 2018 ha logrado un crecimiento de 35%, siendo Estados Unidos, Canadá, Brasil, Arabia Saudita y Reino Unido los mayores consumidores de este fruto rojo exportado por México, traduciéndose en un total de 649.1 millones de dólares al año. Para lograr estos objetivos a mediano y largo plazo, se requiere de estrategias conjuntas y uso de productos que ayuden a que la producción nacional sea ecológica, óptima y redituable, sin descuidar los parámetros de calidad establecidos por organismos nacionales e internacionales.