
Foto: Axel Olivares (Composición/NotiPress)
Gruma S.A.B. de C.V. figura entre las empresas mexicanas que más rivalizan con Grupo Bimbo en el mercado bursátil y alimentario, conforme a un análisis de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey. Aunque ambas operan en el sector de alimentos, su competencia no se origina en productos similares, sino en su alcance operativo y proyección global.
Así, Grupo Bimbo se identifica como la panificadora más grande del mundo. Desde la adquisición de la empresa estadounidense Interstate Bakeries Corporation en 2007, su portafolio incluye marcas como Wonder, incorporadas bajo su estructura corporativa. La firma distribuye productos de panificación industrial en diversos continentes, consolidando una identidad empresarial unificada en los distintos territorios donde mantiene operaciones.
Por su parte, Gruma mantiene un enfoque distinto al basar su producción en derivados de maíz. Su portafolio incluye harina, tortillas, snacks y productos fritos con identidad regional. Entre sus marcas se encuentran Maseca, Mission, Guerrero, Tosty, TostiRicas, Rumba, Del Fogón, y otras que se distribuyen en países de América, Europa, Asia, Medio Oriente, África y Oceanía. En total, Gruma reporta operaciones en 112 países con 72 plantas.
Durante el tercer trimestre de 2025, Gruma registró ventas netas por mil 635.6 millones de dólares, resultado de un volumen de producción de mil 96 mil toneladas. Este rendimiento financiero refleja la consolidación de su estrategia comercial, basada en marcas diferenciadas y adaptadas a los contextos locales.
Además, la compañía emplea una estructura descentralizada de marcas, cada una orientada a un público y región específicos. Por ejemplo, la marca Guerrero está enfocada en el mercado hispano de Estados Unidos, mientras que Tosty y Rumba operan principalmente en Centroamérica. A ello se suman líneas de producción con orientación escolar o gourmet, además de unidades industriales como Rodotec y Tortec, dedicadas a la fabricación de maquinaria para tortillas.
En contraste, Bimbo integró bajo su nombre una amplia gama de productos que incluyen pan de caja, bollería y pastelillos, distribuidos bajo una identidad corporativa unificada. Su estrategia implicó adquisiciones internacionales que ampliaron su cobertura y volumen de producción, sin dispersar la imagen institucional.
Las dos compañías coinciden en mercados internacionales como Estados Unidos y Costa Rica, donde productos de pan y maíz coexisten en las mismas cadenas de distribución. A pesar de no competir directamente en todas las categorías, las similitudes en infraestructura, capacidad productiva y presencia internacional las ubican como referentes en la Bolsa Mexicana de Valores.
Aun así, en el pasado, ambas marcas rivalizaron de forma más tajante. En 1999, durante la llamada "batalla del pan", Gruma acusó a Bimbo de competencia desleal, aunque la marca luego optó por centrarse en la competencia directa en el mercado en lugar de a través de la burocracia. En ese entonces, Gruma declaró que su nueva marca "continuaría luchando por ganar espacio en los anaqueles", pero que ya no acusaría a Bimbo de dichas prácticas.
Gruma también ha enfrentado acusaciones por parte de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) en México por presuntas prácticas monopólicas en el mercado de la harina de maíz, dominando entre el 50% y 90% del negocio en algunas regiones, lo cual si bien es un asunto separado de cualquier conflicto, representó una ventaja técnica para Bimbo.
Actualmente, ambas marcas siguen la expectativa que Gruma tuvo de "luchar en los anaqueles". Al mismo tiempo, la competencia de mercado entre estos dos gigantes mexicanos ha sido un factor determinante en el desarrollo económico del país y su presencia en el mundo.
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