Ciudad de México,
Marisa Silva
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La cuarta transformación industrial que se desarrolla en el mundo ha llevado a los empresarios mexicanos a buscar nuevas estrategias para impulsar una renovada política industrial y de promoción en el país, que eficientice la producción industrial a través de la modernización, tecnología y logística de las pequeñas y medianas empresas (pymes).
En México, el sector privado aporta el 84 % del producto interno bruto (PIB) y emplea al 95 por ciento de los trabajadores, de estos datos, expuestos por Francisco Cervantes Díaz, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (CONCAMIN), surge la importancia en el sector privado de establecer una política industrial y de promoción renovada y de amplio espectro, generadora de riqueza y desarrollo para el país.
Con una nueva política de promoción industrial se busca incrementar el contenido nacional de las exportaciones apoyando a las empresas mexicanas para insertarlas en las cadenas de valor ligadas a sectores de alto dinamismo, con productos de calidad y competitivos a nivel mundial.
Francisco Cervantes expuso en conferencia de prensa, distintas recomendaciones para promover la promoción industrial en México:
1.- Establecer un programa de financiamiento productivo para emprendedores de pymes, con reglas claras que fomenten la competencia y la formalidad y además se complementen con programas de entrenamiento empresarial.
2.- Diseñar y operar un programa económico de integración a proveedores localizados en México, a partir de incentivos financieros como el establecimiento de un porcentaje de deducibilidad fiscal para las grandes empresas que adquieran bienes y servicios de las pymes mexicanas.
3.- Aprobar la ley de pago oportuno a proveedores, pymes y empresas en general.
4.- Fomentar el compromiso del gobierno con las pymes, con un programa sectorial de compras públicas a pequeños productores.
5.- Los programas sectoriales que atiende la seguridad pública deben asegurarse de reducir significativamente la delincuencia organizada en los municipios donde se encuentre o se concentre el apoyo de dichos programas.
6.- Elaborar un sistema digital de información que registre la capacidad y dificultades de las pymes para cumplir contratos, asegurando la confidencialidad del propietario para reducir las practicas discrecionales y ofrecer eficientes certezas jurídicas.
7.- Evaluación del poder de negociación de las pymes en los canales de distribución y comercialización; así como la promoción de un marco regulatorio favorable al ambiente de negocios y un fomento de la competencia económica.
8.- Vinculación de las universidades con el emprendimiento, reducción de la corrupción y reactivación de la inversión privada que garantice su seguridad.
9.- Promover encuentros de productores, proveedores y distribuidores para facilitar la identificación de nuevas oportunidades de negocios.
10.- Blindaje y sanciones por prácticas de corrupción o aplicación de criterios discrecionales sobre trámites y procesos de importación en las aduanas mexicanas.
Por su parte, Ernesto Acevedo, subsecretario de industria y comercio expresó que la aplicación de una nueva política industrial debe llevarse a cabo bajo tres directrices: innovación, inclusión y diversificación que descansan en principios fundamentales.
Los dos principios fundamentales de las directrices son una mayor competencia económica, un ambiente de negocios amigable que propicie un ritmo más elevado de crecimiento y reduzca las brechas regionales del desarrollo económico, para facilitar mayores flujos de inversión nacional y extranjero, así como reducir la carga de normatividad y favorecer la adopción y difusión de nuevas tecnologías.