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Un grupo de investigadores de la Universidad de Oslo está desarrollando un proyecto innovador para utilizar energías renovables en telescopios astronómicos ubicados en lugares aislados. El Telescopio Submilimétrico de Gran Apertura de Atacama (AtLAST), que se ubicará en el llano de Chajnantor, será el primero en implementar este modelo, usando energía solar para operar y suministrar electricidad a las comunidades cercanas. El estudio, publicado en la revista Nature Sustainability, muestra cómo este sistema reducirá las emisiones de CO2 y mejorará las condiciones de vida en la región.
Beneficios para las comunidades locales en Atacama
El desierto de Atacama, conocido por sus cielos despejados y secos, es un lugar ideal para la observación astronómica. Sin embargo, comunidades cercanas como San Pedro de Atacama enfrentan problemas de cortes de luz y altos costos eléctricos, ya que dependen de combustibles fósiles transportados por largas distancias a través del desierto. El proyecto AtLAST busca cambiar esta situación, cubriendo hasta el 66% de las necesidades energéticas locales y disminuyendo los costos de electricidad en un 30% a 40%. Además, este abordaje podría reducir en 18,000 a 24,000 toneladas anuales las emisiones de dióxido de carbono, contribuyendo significativamente a la lucha contra el cambio climático en la región.
Un proyecto colaborativo con impacto ambiental positivo
Guillermo Valenzuela-Venegas, investigador del proyecto, comentó que muchos telescopios en zonas remotas dependen de combustibles fósiles sin considerar las necesidades de las comunidades locales. Este sistema no solo busca cambiar esa realidad, sino también crear una fuente de energía beneficiando a los habitantes de la región, haciendo que la electricidad sea más accesible y asequible.
El equipo recurrió a redes sociales como Facebook y WhatsApp para recopilar opiniones, logrando finalmente la participación de unos 50 residentes locales, quienes expresaron su interés en un proyecto el cual promueve el desarrollo sostenible.
Sabrina Sartori, líder del equipo, resaltó la importancia de los proyectos como AtLAST no solo se enfoquen en la ciencia, sino también en la comunidad. "Este sistema no solo ayuda a reducir el impacto ambiental, también responde a las necesidades sociales de las comunidades locales. Esperamos que sea un modelo para futuras iniciativas en áreas remotas de todo el mundo, demostrando que la ciencia y la sostenibilidad pueden trabajar juntas para beneficiar a las personas", concluyó Sartori.
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