
Foto: Patricia Manero (NotiPress/Composición)
Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y México podrían alterar el panorama de negocios del sector agroalimentario en América del Norte. Un estudio publicado en Nature Food advierte que la imposición de aranceles y la expiración de acuerdos bilaterales generan disrupciones con efectos directos en costos, contratos y logística.
El artículo "Tariffs and food security in the US–Mexico agricultural corridor", elaborado por Daniel Alberto Jacobo Velázquez, decano asociado de Investigación y Posgrado Científicos de la Escuela de Ingeniería y Ciencias del Tecnológico de Monterrey, analiza que medidas como el arancel del 25% a importaciones mexicanas propuesto por la administración Trump y la expiración del acuerdo del jitomate han comenzado a afectar la estabilidad de la cadena de suministro.
"El sistema alimentario entre México y Estados Unidos está altamente integrado, y su fragilidad ante decisiones políticas pone en riesgo no solo la disponibilidad de alimentos frescos, sino también la equidad económica y la sostenibilidad ambiental en ambos países", declaró Jacobo Velázquez.
México abastece el 90% de las importaciones estadounidenses de aguacate, además de una parte importante de jitomates, bayas y chiles. La incertidumbre arancelaria ha detonado volatilidad en precios, problemas logísticos y menor acceso a productos frescos para consumidores de bajos ingresos, afectando tanto a grandes exportadores como a pequeños productores.
El estudio propone estrategias para mitigar riesgos empresariales, entre ellas diversificar mercados hacia Canadá o la Unión Europea, invertir en infraestructura transfronteriza —incluyendo almacenamiento en frío y procesos aduanales más ágiles—, e implementar políticas públicas de largo plazo con subsidios inteligentes y seguros agrícolas. También subraya la necesidad de promover prácticas sostenibles para mantener competitividad en mercados internacionales.
En el contexto global, México actúa como estabilizador en la oferta de alimentos, especialmente para países importadores del Sur Global. Una reducción en sus exportaciones podría impactar la competitividad de las empresas exportadoras y abrir espacio para nuevos proveedores, modificando la dinámica de los mercados internacionales.
DESCARGA LA NOTA SÍGUENOS EN GOOGLE NEWS