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A raíz de la pandemia de Covid-19, la forma de trabajar cambió aceleradamente, teniendo que migrar y digitalizar los procesos organizacionales para adoptar la modalidad de home office. En este sentido, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) considera al teletrabajo un factor detonante del crecimiento y digitalización de Latinoamérica. Al no ser solo una opción viable, sino necesaria, gobiernos alrededor del mundo han puesto énfasis en regular esta modalidad de teletrabajo, siendo México el primero de Latinoamérica en lograrlo. No obstante, aún falta un largo camino para sopesar las ventajas y desventajas que traerá esta regulación para las empresas y trabajadores mexicanos.
Estudios y encuestas de diversos lugares del mundo han registrado un aumento en la productividad después de declararse el home office como principal modalidad de trabajo. Por ejemplo, una encuesta realizada por la bolsa de trabajo Bumeran arrojó, el 61 por ciento de los trabajadores mexicanos se consideran más productivos desde casa. Por tanto, una de las ventajas de la implementación y la regulación del home office es este aumento en la productividad de los trabajadores, pues a la larga generarán beneficios para las empresas y empleadores.
"La modalidad de teletrabajo facilita las relaciones entre las personas, pues a través de los medios electrónicos se marca un ritmo de comunicación que afianza los vínculos entre las personas" indicó para NotiPress Wendy Cabrera, especialista legal de Red Human, empresa especializada en captación, capacitación y reclutamiento de capital humano. Así, para la experta, una de las ventajas de la regularización del home office es mantener una red activa entre las relaciones profesionales y abrir las puertas a nuevas oportunidades laborales.
De acuerdo con las reformas al artículo 331 de la Ley Federal del Trabajo, los empleadores deberán pagar un porcentaje de los servicios de electricidad y telecomunicaciones que el trabajador usa para realizar su trabajo. No obstante, una de las desventajas de la reforma de regulación del home office es que no especifica en qué se basará el patrón para establecer el porcentaje a pagar, "esta situación puede desproteger tanto al patrón como al trabajador, al no establecer un parámetro claro y justo para el pago de los servicios", explica la experta legal en capital humano.
NotiPress entrevistó a Simón Díaz, director de el20.mx, plataforma digital que brinda soluciones de contabilidad a pymes y emprendedores, sobre cómo las empresas empezarán a tomar en cuenta este nuevo gasto en su declaración de impuestos ante el Servicio de Atención Tributaria (SAT). Según el Código Fiscal de la Federación, explica Díaz, una empresa puede deducir impuestos al 100 por ciento de los insumos directamente relacionados con su actividad. No obstante, el SAT solicita que esos servicios estén registrados con el nombre de quién lo está pagando para poder deducirlo.
"En el panorama del home office, normalmente el servicio de luz o Internet no va a estar a nombre de la empresa, sino del dueño de la casa o del que paga dicho servicio", menciona el experto fiscal. Ante ello, una de las desventajas de esta regulación es que los patrones no podrán deducir directamente los recibos de los servicios por no estar a su nombre. Asimismo, ahora en vez de pagar un recibo de energía eléctrica de una oficina con diez personas, tendrá que pagar diez recibos de luz e Internet de cada persona trabajando desde casa.
Por otro lado, incluir en el salario esta parte proporcional de los servicios derivados del home office también traería desventajas para el trabajador. Esto debido a que impactaría en su pago del Impuesto sobre la Renta (ISR) y las aportaciones al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), pues el valor de su sueldo se vería incrementado, teniendo que pagar más impuestos.
Díaz explica, una de las formas con las cuales se está trabajando esto a beneficio de las empresas y trabajadores es por medio de reembolsos. "Por ejemplo, si un empleado pagó mil pesos de Internet, a través de un reembolso con esa especificación y claridad se le deposita lo proporcional a dichos servicios". Ese depósito debe venir acompañado con el recibo que respalda ese reembolso, aunque no esté a nombre de la empresa para poder hacerlo deducible, señala el directivo de el20.mx. Estos reembolsos se pueden justificar plenamente ante el SAT, ya que cumplen con la razón de negocio, y además existe una materialidad.
Sin lugar a duda, aún falta camino para llegar a una equilibrada regulación del home office en México, en función de tener más ventajas que desventajas como trabajador y empleador. Al posicionarse como la principal modalidad de trabajo tras la entrada de la pandemia, la regularización del home office se hace necesaria desde las políticas públicas y el bienestar social.
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