Foto: Sergio F Cara (NotiPress)
De acuerdo con una encuesta elaborada por la bolsa de trabajo Bumeran, el 78 por ciento de sus encuestados cree que el home office será una práctica habitual en las empresas. Esto debido al cambio de paradigma en las relaciones laborales por la entrada de la pandemia de Covid-19. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) considera al teletrabajo como una de las variables detonadoras del crecimiento en Latinoamérica en función de digitalizar la región.
El portal de empleos realizó su encuesta en varios países de Latinoamérica, entre ellos Argentina, Chile, Perú, Ecuador, Panamá y México. En ella reportaron, el 67,3 por ciento del total de los encuestados no contaban con la posibilidad de teletrabajo antes de la entrada de la pandemia a la región latinoamericana. No obstante, la necesidad de distancia social por la crisis sanitaria obligó a la mayoría de las empresas y negocios ha implementar el teletrabajo para evitar la propagación de contagios.
Diversos estudios y encuestas han registrado un aumento en la productividad tras cobrar tendencia el teletrabajo en Latinoamérica, por ejemplo, el 67,1 por ciento de los argentinos considera que es más productivo desde casa. Lo mismo pasa con los chilenos (62,9%) y mexicanos (61%), que además consideran beneficios como ahorrar gasolina y pasajes y comer bien.
NotiPress entrevistó a Red Human, empresa especializada en reclutamiento, capacitación y captación de capital humano, para profundizar en los beneficios de implementar el teletrabajo en las empresas. "La modalidad de teletrabajo facilita las relaciones entre las personas. Puesto que, a través de los medios electrónicos, se marca un ritmo de comunicación que afianza los vínculos entre las personas" señaló Wendy Cabrera, especialista legal de la empresa de reclutamiento. "[El teletrabajo] mantiene una red activa entre las relaciones profesionales y abre las puertas a nuevas oportunidades laborales".
México dio un paso al frente convirtiéndose en el primer país de Latinoamérica en regular el teletrabajo o home office el 12 de diciembre de 2020. Esta reforma reconoce el desempeño de actividades remuneradas que no requieran la presencia física del trabajador en el centro de trabajo. Asimismo, se establece que los empleadores deben asumir los costos derivados del home office, por ejemplo, el gasto de luz e Internet, por ello, deberá pagar una parte proporcional de dichos servicios.
Por otro lado, las empresas tienen la responsabilidad de instalar y dar mantenimiento a los equipos que se requieran en casa del trabajador para realizar home office. En este sentido, la reforma también establece, los empleados deben cuidar y preservar estos equipos mientras dure el teletrabajo.
A pesar del paso dado por México para la regularización del home office, algunas empresas ven incompleta y "ambigua" la reforma publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF). "La regulación del teletrabajo no es propiamente un desacierto, pero es muy ambigua la reforma puesto que está incompleta. Deja desprotegido al patrón y en su caso también al colaborador por muchas particularidades que no se definen" añade Cabrera.
Uno de los grandes temas discutidos por el Congreso de la Unión previo a la aprobación de la reforma fue el derecho a la desconexión. Este derecho promueve que los trabajadores no participen en comunicaciones electrónicas relacionadas con el trabajo fuera de su horario laboral. Este hecho es de vital importancia, puesto que el desgaste profesional y exceso de estrés están representando un reto para la productividad en el home office.
Aún falta trabajo para que la implementación del home office en México y Latinoamérica sea igualmente beneficiosa para empleadores y trabajadores. Sin lugar a duda, la regulación del teletrabajo en México marca un precedente a la región de Latinoamérica para avanzar con su adopción y transformación.
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