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Para 2030, el valor del mercado de segunda mano a nivel mundial llegará los 84 mil millones de dólares, teniendo un crecimiento de 56 mil millones en una década, según datos de Statista. De esa manera, se demuestra que las compras de prendas previamente usadas están ganando terreno en diversos países alrededor del mundo.
Ya sea que se le diga segunda mano, pre-loved o second hand, este mercado ha logrado conquistar el corazón de la generación Z y los millennials. De acuerdo con la Universidad de Manresa, el 42 por ciento de la Gen Z y 42% de los millennials compraron ropa y accesorios de segunda mano en 2021.
Según una encuesta de Statista, en Reino Unido la compra de segunda mano se ha vuelto muy popular, pues el 61% de los encuestados dijeron haber comprado algo usado en 2022. En 2019, solamente el 49% de los británicos lo habían hecho, es decir, en cuatro años hubo un incremento de 12 puntos porcentuales.
Dicha tendencia se observó en otros países: Francia registró el mayor salto, pasando de 40% a 57%, es decir, 17 puntos porcentuales. Por su parte, Corea del Sur tuvo un incremento menor, teniendo una diferencia de 6% con respecto del 2019.
México y Brasil son los países latinoamericanos en los que la compra de segunda mano ha tenido un incremento en los últimos años. Dentro del mercado mexicano, el 55% de los encuestados dijeron haber comprado algo previamente usado, mientras que en el brasileño solamente el 48%.
La moda fast fashion llegó como respuesta ante la creciente demanda de prendas. Entre 2000 y 2015, la producción de ropa se duplicó, pasando de 50 mil millones en el 2000 a 100 mil millones en 2015, según el informe A New Textiles Economy.
Además, las tiendas cambian su mercancía de forma constante, provocando un menor uso en la ropa. Entre 2000 y 2015, las veces en las cuales se usó la ropa cayó un 36%, pues hay prendas utilizadas solamente entre siete y diez veces para después tirarlas.
Considerando lo anterior, y su impacto ambiental, la producción de ropa representa el 10% de las emisiones de CO2 a nivel global, las nuevas generaciones han optado por productos más sustentables. Es de esa manera en la cual las prendas de second hand han tomado su relevancia en la actualidad.
Al comprar ropa de segunda mano se logra reducir el impacto ambiental de industria de la moda al reutilizar ropa producida anteriormente, logrando disminuir la demanda de nuevas prendas. Además, sus costos bajos las hacen más atractiva a las personas que buscan ahorrar dinero.
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