Ciudad de México,
Axel Olivares
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress)
Hay una gran cantidad de fuentes de energía formadas por grandes infraestructuras que proveen de electricidad a la población, sin embargo, esas fuentes pueden provenir también de elementos cotidianos que se encuentran en el hogar de cualquier persona. Eso es lo que pensó la Dra. Jeeeun Kim, profesora asistente en el Departamento de Ciencias de la Computación e Ingeniería de la Universidad Texas A&M, quien lidera una investigación que podría revolucionar el uso de dispositivos cotidianos al transformar interfaces pasivas, como interruptores de luz y pomos de puertas, en sistemas adaptativos capaces de recolectar y reutilizar energía.
Actualmente, las interfaces pasivas tienen un uso limitado a su función original. Sin embargo, la investigación de Kim propone una alternativa: modificar estos dispositivos para que desempeñen múltiples tareas. Por ejemplo, girar un pomo podría generar energía para alimentar un sistema de alarma, o abrir el refrigerador podría encender automáticamente las luces de la cocina.
Un aspecto clave del proyecto es el desarrollo de impresiones 3D que se acoplen a dispositivos existentes, permitiendo nuevas formas de interacción y recolección energética. Por ejemplo, un accesorio para una ventana podría transformar el movimiento al abrirla en energía reutilizable.
"Es difícil abordar los problemas de diseño cotidianos si se utilizan las experiencias previas como punto de partida", señaló Kim. Para superar esta limitación, su equipo diseñó un marco de datos a gran escala que documenta las interacciones humanas con objetos cotidianos. Estos datos servirán como base para crear interfaces más funcionales y accesibles.
Además, Kim desarrolló un sistema de software que permite a los usuarios analizar su entorno interior mediante realidad aumentada (RA). Este sistema detecta barreras de accesibilidad ocultas y ofrece soluciones prácticas para optimizar espacios residenciales y comerciales.
Uno de los principales objetivos de la investigación es promover la conciencia sobre el desperdicio de energía y fomentar comportamientos prosociales. Kim espera que estas innovaciones motiven a las personas a rediseñar sus entornos con un enfoque sostenible. "Mi investigación no se limita únicamente a la accesibilidad", afirmó.
"Espero que mi conjunto de herramientas para usuarios finales pueda analizar los edificios multiresidenciales y las interacciones en múltiples dimensiones, para que los residentes también puedan notar lo inaccesibles que son sus entornos físicos comunes, cuánta energía se desperdicia y cómo pueden hacer cambios para lograr edificios inteligentes y sostenibles por sí mismos", aseguró la investigadora.El proyecto también tiene implicaciones importantes en el diseño de hogares y dispositivos inclusivos. Las mejoras propuestas ofrecen soluciones rentables que evitan el desecho electrónico generado por el reemplazo de interfaces pasivas por dispositivos inteligentes.
La investigación, financiada por la Estación Experimental de Ingeniería de Texas A&M (TEES), combina disciplinas como fabricación digital, aprendizaje profundo, robótica y diseño para crear una base tecnológica con aplicaciones prácticas. Según Kim, este enfoque interdisciplinario podría inspirar a los usuarios finales a desarrollar innovaciones en dispositivos cotidianos, haciendo que los hogares sean más inteligentes y sostenibles.