Ciudad de México,
Martín Olivera
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress)
El presidente electo Donald Trump tomó medidas rápidas para conformar su equipo asesor científico antes de asumir su segundo mandato el 20 de enero. Entre las designaciones destacadas se encuentran Michael Kratsios como jefe de la Oficina de Política Científica y Tecnológica de la Casa Blanca (OSTP), David Sacks, líder en inteligencia artificial y criptomonedas, y Lynne Parker en un nuevo rol como asesora de iniciativas tecnológicas.
Durante su primera presidencia, Trump enfrentó críticas por la falta de un enfoque claro en la ciencia, evidenciada por la tardía designación de un asesor científico. Esta vez, nombró a Kratsios como "asistente del presidente", lo que le otorga un acceso más directo al mandatario. En declaraciones a Nature, John Holdren, exasesor científico de Barack Obama, dijo que esta designación podría ampliar la influencia de Kratsios en las decisiones presidenciales.
La OSTP, dirigida ahora por Kratsios, tiene el desafío de coordinar iniciativas científicas a nivel federal. Según Kenneth Evans, experto en políticas científicas de la Universidad Rice, su función será organizar proyectos interdisciplinarios como la Iniciativa BRAIN. Por su parte, Sacks liderará el Consejo de Asesores del Presidente en Ciencia y Tecnología (PCAST), un organismo que tradicionalmente combina representantes de la academia y la industria para emitir recomendaciones sobre políticas científicas clave.
Durante la primera administración de Trump, el PCAST sufrió retrasos en su activación, redujo su tamaño y privilegió la participación de ejecutivos corporativos. Según los especialistas, su composición actual será un indicativo de las áreas prioritarias en la agenda científica de Trump.
El interés de Trump por la inteligencia artificial ha sido evidente en su pronta designación de asesores. En declaraciones en la plataforma Truth Social, afirmó que su equipo "marcará el comienzo de una era dorada de innovación estadounidense". Además, Kratsios subrayó la importancia de establecer estándares para evaluar grandes modelos de lenguaje y consolidar el liderazgo estadounidense en IA.
Sin embargo, la relación con China sigue siendo un tema espinoso. Durante su primer mandato, Trump impulsó la Iniciativa China para prevenir el robo de investigaciones, lo que resultó en arrestos de académicos, principalmente de ascendencia china. Esta política fue descontinuada por Joe Biden en 2022, pero persisten tensiones que podrían impactar la cooperación científica entre ambos países.
El presupuesto para la investigación científica será otro aspecto crucial en el nuevo mandato. Elon Musk, asesor no oficial y copresidente de un organismo para la reducción del gasto gubernamental, propuso recortes de hasta 2 billones de dólares, lo que podría afectar la financiación de la ciencia básica. A pesar de estas propuestas, el Congreso rechazó intentos similares durante el primer mandato de Trump, y el gasto en investigación aumentó un 10% en ese período.
La comunidad científica observa con expectativa e incertidumbre cómo evolucionarán las políticas en esta nueva etapa. Según Holdren, "Trump es muy voluble, es dificil predecir lo que realmente hará".