Foto: Internet
A las 7:41 hora local de Beijing el 31 de agosto, despegó el cohete portador Kuaizhou-1A (KZ-1A) llevando consigo dos satélites para experimentos científicos. Esto, dos semanas después del lanzamiento del Jielong-1 o Smart Dragon-1 el 17 de agosto.
Desde el Centro de Lanzamiento de Sátelites Jiuquan en Gansu, al noroeste de China partió el KZ-1A, un cohete portador de combustible sólido, de rápida preparación, bajo costo y alta fiabilidad.
Kuaizhou, literalmente vehículo veloz, fue desarrollado por la Corporación de Ciencia e Industria Aeroespacial China con el fin de posicionar microsatélites de baja órbita. Este posicionamiento fue su tercera misión.
Los satélites fueron creados bajo diferentes direcciones: uno, desarrollado por la Academia de Innovación para Microsatélites de la Academia China de Ciencias, tiene como misión realizar experimentos relacionados con la tecnología de microgravedad; el otro de propiedad de Spacety, buscará probar la tecnología de vela solar.
Este lanzamiento ocurrió justo dos semanas después del lanzamiento del Smart Dragon-1, cohete de cuatro etapas lanzado desde una plataforma móvil desde el mismo centro de lanzamiento que el KZ-1A en Jiuquan. Fue desarrollado por Rocket Co. Ltd., compañía asociada a la Academia de Tecnología de Lanzamiento de Vehículos de China (CALVT).
También llamado SD-1, el Smart Dragon-1 tiene el fin de satisfacer la demanda del mercado por los satélites comerciales pequeños, a diferencia de la familia Gran Marcha, de acuerdo a comentarios de Wang Xiaojun, director de la CALVT. Se planeó que sea comercializado por Changzheng Houjian YG, compañía dependiente del consorcio CALT.
Smart Dragon llevó tres satélites a la órbita baja heliosincrónica, a una distancia de 550 km. Los satélites posicionados con éxito fueron Qiancheng-1 0, de 65 kg para la obtención de imágenes de la superficie terrestre con resolución de dos metros, usadas por la empresa Qiansheng Exploration Tech Co.
Xingshidai-5 y Tianqi-2 fueron los otros. El primero, de 10 kg que también tomará fotografías de la superficie, y el segundo, más pequeño que los otros, enviada para proporcionar comunicaciones en el espacio para el Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés).
Con la incorporación de más y más satélites posicionados por empresas chinas, sean para desarrollo de nuevas tecnologías, para mejorar servicios en la tierra, o sean parte de investigaciones, China se posiciona como una de las potencias en tecnología espacial y de satélites en órbita.
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