Ciudad de México,
Axel Olivares
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
Con el avance de la tecnología en todos los aspectos de la vida diaria, desde teléfonos inteligentes hasta dispositivos IoT, la seguridad digital se convirtió en una prioridad. Según el LISA Institute, la protección contra ciberamenazas no solo es esencial para evitar el robo de datos y dinero, sino también para salvaguardar la reputación personal y profesional. En un entorno donde cada 39 segundos ocurre un ciberataque, adoptar medidas de prevención puede evitar hasta el 99% de las amenazas.
La incidencia de los ciberataques creció exponencialmente. Por ejemplo, el 100% de las organizaciones con más de 500 teléfonos móviles sufrió ciberataques en estos dispositivos, según un informe de Check Point Software. Además, 3 de cada 5 empresas que emplean tecnologías IoT reportan vulneraciones de seguridad, mientras que el ransomware aumentó un 45% en los últimos años, con costos que ascienden a 5,000 millones de dólares anuales.
Uno de los mayores riesgos radica en los errores humanos. De acuerdo con LISA Institute, el 28% de las filtraciones de datos son causadas por errores del usuario, como clics en enlaces maliciosos o descargas no seguras. Por ello, educar a los usuarios y aplicar buenas prácticas de ciberseguridad son pasos cruciales para minimizar riesgos.
De acuerdo con la institución, la clave para protegerse de las amenazas radica en mantener los dispositivos actualizados y fortalecer los hábitos de seguridad. Entre las acciones recomendadas se encuentran:
El factor humano sigue siendo el eslabón más débil en la cadena de ciberseguridad. Por ejemplo, el 39% de las filtraciones de información se debe a la pérdida de dispositivos, y el 80% de los ciberataques involucra el uso de contraseñas débiles o robadas. Por ello, fomentar una cultura de prevención es vital.
LISA Institute recomienda que tanto empresas como individuos inviertan en formación básica en ciberseguridad, ya que conocer los vectores de ataque más comunes, como el phishing y el malware, ayuda a reconocer señales de alerta y prevenir incidentes.
Ante amenazas cada vez más sofisticadas y una creciente dependencia de la tecnología, el Año Nuevo es una oportunidad para reforzar las prácticas digitales y garantizar un entorno más seguro. Desde la instalación de software confiable hasta la implementación de hábitos de navegación segura, pequeñas acciones pueden marcar la diferencia en la protección de datos y dispositivos.