Ciudad de México,
Samara Mejía
Crédito foto: Pixabay
Según la Agencia Nacional del Crimen de Reino Unido (NCA) ,de 2019 a 2020 hubo un incremento del 107 por ciento en informes policiales donde se señalaba que jóvenes desplegaron ataques DDoS. Asimismo, niños de aproximadamente 9 años han estado involucrados en delitos cibernéticos, agregó un informe reciente de la NCA . Por ende, de acuerdo con el portal para informar sobre seguridad, WeLiveSecurity, se genera la necesidad de que los dispositivos de los jóvenes o niños tengan instalado un software de control parental. De esta forma, no podrán acceder a contenido inapropiado, peligroso o no serán atraídos por cibercriminales.
En este sentido, los jóvenes o niños podrían realizar actividades de "black hat", las cuales pueden ser ilegales y son lo contrario al hacking ético. Esto porque las técnicas y herramientas para cometer delitos cibernéticos se vuelven más baratas y el acceso a ellas es más sencillo. Empero, la empresa de seguridad señaló que incluso cuando los jóvenes pudieran utilizar sus habilidades tecnológicas para fines maliciosos, aún se está a tiempo de guiarlos y evitar tengan interacción con cibercriminales.
Frente a tal situación, un estudio de 2019 de la Universidad Estatal de Michigan (MSU) subrayó algunos rasgos clave asociados con el delito cibernético. Con ello, los padres se podrán mantener alerta ante a cualquier cambio en el comportamiento de su hijo y evitar sean atraídos por cibercriminales. El primer rasgo es el bajo autocontrol; así también, estar vinculados con asociaciones de compañeros que también realizan actividades de hacking, principalmente las jóvenes o niñas. Igualmente, dedicar tiempo a jugar videojuegos o ver televisión, principalmente los niños; tener una computadora propia en una habitación privada con supervisión mínima de los padres. Por ende, participar en actividades de piratearía y tener acceso a un teléfono móvil desde una edad temprana.
De esta manera, el comunicado de WeLiveSecurity mencionó algunas señales para detectar si la actividad en línea de los jóvenes se pudo haber salido de control y prevenir sean atraídos por cibercriminales. La primera señal, es que hacen mención a asuntos privados, pudiendo haber estado leyendo correos electrónicos o mensajes. Además, protegen a toda costa su propia privacidad y se niegan a compartir sus inicios de sesión.
Mientras tanto, otra advertencia es tener un temprano interés en algunos tipos de software, tales como herramientas de pruebas de penetración. Finalmente, la NCA concluyó que lo más indispensable es mantener abiertas las líneas de comunicación. Así como interesarse por las aficiones de los jóvenes o niños para prevenir sean atraídos por cibercriminales.