Ciudad de México,
Martín Olivera
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
La aparición del slop, término el cual describe contenidos de baja calidad generados automáticamente por inteligencia artificial (IA), está impulsando cambios significativos en las principales firmas tecnológicas. Empresas como Google, Meta y Microsoft se enfrentan al reto de proteger la calidad informativa en sus plataformas a medida que estos contenidos sintéticos saturan la web con información inexacta, superficial y, en muchos casos, perjudicial.
El slop se refiere a la producción masiva de textos, imágenes y otros contenidos digitales generados por IA sin supervisión humana. Su objetivo principal es monetizar, generando clics y tráfico web mediante la aparición en motores de búsqueda y anuncios publicitarios. Si bien estas publicaciones logran simular contenido legítimo a primera vista, la realidad es que no aportan valor real al usuario y pueden contener información inexacta o incluso peligrosa.
Dicha proliferación afecta directamente la calidad de la información en internet y deteriora la confianza en las plataformas permitiendo su distribución. Las empresas tecnológicas reconocen que deben actuar para frenar esta tendencia y evitar que sus plataformas se vean saturadas por slop, lo cual llevaría a una disminución en la satisfacción del usuario y en la credibilidad de sus servicios.
Ante la irrupción del slop, firmas como Google y Meta comenzaron a desarrollar soluciones para diferenciar y controlar los contenidos generados por IA en sus plataformas:
Si bien las medidas adoptadas por las grandes tecnológicas son un paso en la dirección correcta, es claro que se necesitan más acciones para abordar este problema de manera efectiva. Las compañías manifestaron la necesidad de trabajar en conjunto con reguladores y organismos internacionales para desarrollar estándares éticos que obliguen a las empresas las cuales utilizan IA generativa a garantizar la supervisión y validación humana del contenido.
Además, mejorar los algoritmos para que sean capaces de identificar con precisión la calidad y precisión del contenido sigue siendo un reto prioritario. La combinación de tecnología avanzada y revisión humana podría ser la solución para reducir la prevalencia del slop en internet, protegiendo así la experiencia del usuario y manteniendo la integridad de la información en línea.
Un caso emblemático en la antesala de las elecciones de Estados Unidos en 2024 fue el de Taylor Swift. La cantante tuvo que alejarse de los deepfakes después del debate entre Kamala Harris y Donald Trump tras ser involucrada en favor del candidato republicano. Otro caso fue la acusación directa del equipo de Trump a Harris por el uso de inteligencia artificial en la creación de fotos.
Esta irrupción del slop forzó a las principales firmas tecnológicas a actuar para preservar la calidad informativa en sus plataformas. A través de medidas como el etiquetado de contenidos, la mejora de algoritmos y el apoyo a creadores humanos, las empresas buscan frenar el impacto de esta "bazofia digital" que emergió con toda su fuerza en postpandemia de Covid-19.