Cómo se gestiona el envejecimiento de los reactores de investigación

 28-11-2020
Andrés Zimbrón
   
Foto: Pixabay

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Seguramente reactores de investigación sea un término que pocas personas podrían identificar o saber a ciencia cierta cuál es su verdadera función en el ámbito científico. No obstante, los reactores de investigación son instrumentos que sirven como una fuente esencial de neutrones y reacciones nucleares. Con ello los científicos e investigadores de la energía nuclear pueden irradiar materiales a fin de desarrollar reactores de fisión y fusión entre otras aplicaciones dentro de la industria médica, agricultura, criminalística, biología, química y geocronología.

Por ejemplo, funcionando desde 1963, el BR2 es uno de los reactores de investigación más antiguos de Europa Occidental. Produce alrededor de una cuarta parte del suministro mundial de radioisótopos para usos médicos e industriales, incluido el tratamiento del cáncer y la imagenología médica. Asimismo, produce un tipo de silicio que se utiliza como material semiconductor en componentes electrónicos

De la misma manera, en Uzbekistán, se optó por clausurar el reactor de investigación INN-3M debido a su degradación y mal estado, dejó de funcionar en 2019. Luego de su cierre, El Complejo Tecnológico y de Radiación de Uzbekistán comenzó el proceso de descontaminación, el desmantelamiento y la demolición de la instalación. Esto con el fin de liberarla junto con el control de emplazamiento del rector de investigación que estaba en funcionamiento desde 1975.

A pesar de ser un elemento muy importante para la energía nuclear, es sabido por los expertos que la gestión del envejecimiento de los reactores de investigación es inminente. Por tanto, fue uno de los motivos de preocupación que llevó al Organismo Internacional de Energía Atómica (IAEA, por sus siglas en inglés) a poner en marcha a partir de 2001 el Plan de Mejora de la Seguridad de Los Reactores de Investigación.

Como parte de este plan, los países trabajan con el IAEA a fin de implementar programas de gestión del envejecimiento sistemáticos. Entre otras cosas, utilizan buenas prácticas para reducir al mínimo el empeoramiento de desempeño de sistemas y componentes para monitorizar y evaluar de forma continuada el desempeño y aplicar mejoras de seguridad prácticas.

"La vida de los reactores de investigación suele estar determinada por la necesidad de su uso y por su adecuación a unos requisitos de seguridad actualizados. La mayoría de sus sistemas y componentes pueden reemplazarse, renovarse o modernizarse sin grandes dificultades", explica Amgad Shokr, jefe de la sección de seguridad de los reactores del IAEA.

En los rectores de investigación puede ocurrir dos tipos de envejecimiento. El primero está determinado por el deterioro físico y de los sistemas, componentes de reactor a causa de su uso. El segundo, la obsolescencia, que se produce cuando la tecnología utilizada para las computadoras o para implementar los sistemas de instrumentación y control o los reglamentos de seguridad quedan anticuados.

Cabe señalar, los reactores de investigación proporcionan una fuente de neutrones pensaba para aplicaciones en ámbitos que van desde la industria, la medicina, la investigación hasta la enseñanza y capacitación. A diferencia de otros reactores nucleares de mayor tamaño diseñados para generar electricidad, una vez cumplido su propósito y han sido retirados del servicio, deben ser clausurados. Al igual que con cualquier otra instalación nuclear, esto tiene el objetivo de retirar todas las fuentes de radioactividad que ocasionen daños a la salud. Según datos de la OIDE, más del 60 por ciento de los reactores de investigación en funcionamiento tienen más de 40 años y hay 220 reactores de investigación funcionando y 443 han sido clausurados.




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