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Según un estudio realizado por la unidad de inteligencia de The Economist en 12 países de Latinoamérica, el cáncer es la tercera causa de muerte en México, entre los más comunes en materia de incidencia y mortalidad se encuentran el colorrectal, el de próstata y el de mama. Por ello, mundialmente se ha buscado innovar con respecto a los tratamientos y atención a los pacientes con cáncer.
Nuevos tratamientos y líneas de investigación, innovadoras drogas, disminución de muertes prematuras a razón de la cronificación del tumor son sólo algunas de las innovaciones científicas que actualmente están revolucionando la medicina referente a esta enfermedad. En este sentido, desde la primera década de los 80 hasta la actualidad, Reino Unido y otros países europeos duplicaron sus tasas de supervivencia a la enfermedad y el 50 por ciento de los pacientes viven más de diez años.
"Durante la última década, ha habido un enorme aumento en nuestra comprensión de los cambios moleculares que se producen en las células del cuerpo que conducen al cáncer. Y en otros diez años comprenderemos mucho más. Estamos haciendo muy buenos progresos" declara el profesor Karol Sikora, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buckingham.
Entre los avances científicos más innovadores en función de la prevención, atención y tratamiento del cáncer son:
Inmunoterapia: este tratamiento tiene la estrategia de utilizar, activar, o suprimir el sistema nervioso como defensa de las células cancerígenas, es decir, se potencia o estimula al sistema inmune en función de defender al organismo. Es conocido por utilizarse en pacientes con cáncer de piel, riñón y pulmón que presentaron malos resultados en la quimioterapia. En 2018, la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica (ASCO, por sus siglas en inglés) describió, la técnica permite a los profesionales de la salud reprogramar de forma genética las propias células inmunitarias de los afectados en función de encontrar y atacar las células con cáncer en el cuerpo.
Diagnósticos rápidos y eficientes: la biopsia es la prueba más utilizada para detectar el cáncer; no obstante, cuando conlleva una intervención quirúrgica puede ser riesgoso para pacientes ancianos o aquellos con el sistema inmunológico comprometido. En este sentido, en 2016 Bill Gates financió el desarrollo de una biopsia líquida, la cual detecta el cáncer a partir de la sangre, permite que los médicos conozcan dónde están creciendo los tumores y hasta dónde se ha extendido la enfermedad. Según investigadores de Estados Unidos, esta prueba reducirá al 50 por ciento la tasa de mortalidad; ya está siendo extendido en estudios clínicos y se espera su implementación en el sector salud en dos o tres años.
Nanosensores biológicos: en 2014 investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) propuso el desarrollo de nanosenores biológicos capaces de detectar marcadores tumorales a través de la sangre, a la fecha ya se están realizando ensayos clínicos con pacientes. En este sentido, la sangre tiene proteínas que secretan los tumores, muchas aún sin identificar, y los sensores buscan registrarlas a fin de diagnosticar el cáncer de forma oportuna, y para tratamientos personalizados. Esta investigación combina la nanomecánica y nanoóptica, "el marcador tumoral es atrapado en la superficie de microtrampolines de silicio y posteriormente por nanopartículas de oro que actúan como un perro rastreador" indica Javier Tamayo, investigador del Instituto de Microelectrónica de Madrid.
De esta manera, las innovaciones tecnológicas y científicas para combatir y prevenir el cáncer aportan una visión esperanzadora al sector salud en materia de detención temprana de la enfermedad, atención al paciente y tratamientos especializados en función de bajar las tasas de mortalidad.
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