Foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
En la era digital, donde el entretenimiento está al alcance de un deslizamiento de dedo, TikTok y otras plataformas de videos se convirtieron en refugios populares contra el aburrimiento. Mientras la promesa de una distracción instantánea parece una solución ideal para escapar de la rutina diaria, el fenómeno "digital switching" podría estar generando una insatisfacción, haciendo el aburrimiento sea más persistente y menos manejable.
La Asociación Estadounidense de Psicología señaló el consumo de contenido efímero, facilitado por el llamado "digital switching", contribuye a la insatisfacción general de los usuarios. El aburrimiento, un sentimiento incómodo que surge en contextos repetitivos y monótonos, se supera habitualmente con actividades nuevas y estimulantes.
Durante mucho tiempo, se recomendaba leer, pintar, escribir, o simplemente ver televisión para contrarrestar el tedio. La llegada del streaming trajo consigo los videoblogs de YouTube y las series de plataformas como Netflix. No obstante, la consolidación del formato de microvideos, impulsado por algoritmos en TikTok, YouTube Shorts y plataformas similares, marcó un cambio en la forma en que se consumen los contenidos en internet.
Actualmente, para evitar el aburrimiento, es común recurrir a aplicaciones como TikTok, Instagram, Facebook o YouTube, donde una inteligencia artificial proporciona videos atractivos de manera continua. Sin embargo, a pesar de la popularidad del formato, surge una paradoja: no importa cuánto contenido se consuma, la satisfacción nunca parece ser completa. La investigadora posdoctoral Katy Tam, de la Universidad de Toronto, planteó una hipótesis sobre este fenómeno.
Según Tam, el digital switching no alivia el aburrimiento, sino lo intensifica. Esta teoría sostiene, en la interacción entre un usuario en busca de estimulación y una actividad no satisface completamente, se produce un ciclo de consumo incesante. "El cambio de contenido puede hacer que los videos en línea parezcan triviales, ya que las personas no tienen tiempo para interactuar con ellos o comprenderlos", explicó Tam en un comunicado de prensa.
Para validar esta hipótesis, los investigadores realizaron siete experimentos con mil 200 participantes en Estados Unidos. Los participantes vieron contenidos de diferentes duraciones, algunos visualizaron un solo video de 10 minutos sin la posibilidad de avanzar, mientras que otros vieron siete videos de cinco minutos con la opción de cambiar entre ellos. No obstante, los resultados indicaron quienes vieron un solo video se sintieron menos aburridos y encontraron la experiencia más satisfactoria y significativa en comparación con quienes cambiaron entre varios videos sin rumbo.
Tam sugirió que, para una experiencia más gratificante al ver videos, es beneficioso concentrarse en el contenido y reducir el digital switching. "Es similar a pagar por una experiencia inmersiva en una sala de cine: se disfruta más al sumergirse en el contenido y prestarle atención en lugar de hojearlo", afirmó. Sin embargo, la paradoja del "digital switching" se destaca en una importante disyuntiva: lo que se presenta como una solución rápida al aburrimiento podría, en realidad, intensificarlo.
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