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Una nueva investigación estudió los flujos de aire dentro de un automóvil para identificar cómo pueden afectar la transmisión de la Covid-19. El estudio publicado en la revista Science Advances evaluó varias combinaciones de ventanas abiertas y cerradas con el fin de ofrecer sugerencias sobre la mejor forma de disminuir el riesgo de contagio.
El equipo de la Universidad Brown llevó a cabo simulaciones en computadora para su investigación. Con éstas, concluyó que mantener las ventanas abiertas disminuye drásticamente la concentración de partículas en el aire intercambiadas entre un conductor y un solo pasajero, sentados en extremos opuestos. Esto mediante los distintos patrones de flujo de aire creados por las ventanillas abiertas. Por otro lado, utilizar el aire acondicionado con las ventanas cerradas configura el peor escenario para la transmisión de la Covid-19 dentro de un auto.
Parte del motivo por el que bajar las ventanillas es mejor para disminuir la transmisión del virus es porque ocurre un incremento en la cantidad de cambios de aire por hora dentro del automóvil. Este efecto ayuda a disminuir la cantidad general de aerosoles dentro del vehículo. Si bien tener las cuatro ventanas abiertas es lo ideal, incluso una o dos resulta mejor en comparación al escenario del aire acondicionado.
La otra parte se relaciona con las distintas corrientes de aire creadas dentro del auto con las diferentes combinaciones de ventanas abiertas. Algunas de estas pueden incrementar o disminuir el riesgo de contagio, explica el estudio. De acuerdo a los modelos computarizados, el flujo del aire tiende a entrar por las ventanas traseras y salir por las delanteras. Con las cuatro ventanas abiertas, esto crea dos flujos más o menos independientes de aire a cada lado del auto. En un escenario donde el conductor y el pasajero se encuentran en lados opuestos, esto ocasiona una disminución dramática en la cantidad de partículas que se intercambian entre ambos. Incluso menor a cualquier otro escenario.
En cuanto al escenario de sólo algunas ventanas abiertas, los investigadores encontraron que, contrario a lo esperado, abrir las ventanas directamente al lado de cada uno de los dos ocupantes conlleva un mayor riesgo de exposición en comparación con bajar la ventana opuesta a cada ocupante. Abiertas las ventanas opuestas al conductor y al pasajero, el flujo de aire ingresa al automóvil detrás del conductor y posteriormente sale por la ventanilla delantera, del lado del copiloto. Este patrón ayuda a disminuir la contaminación cruzada entre el conductor y el pasajero, señala el estudio.
No obstante, el estudio únicamente tomó en cuenta la exposición potencial a aerosoles persistentes los cuales pueden contener el virus. Los investigadores no modelaron gotas respiratorias más grandes ni el riesgo de infectarse por el virus. Además, insisten en que estos ajustes del flujo de aire no sustituyen la necesidad de cubrebocas en ambos ocupantes, ni eliminan por completo el riesgo de contagio.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), recomiendan posponer viajes y quedarse en casa como la mejor manera de proteger la salud personal y comunitaria. Actualmente, servicios de transporte como Uber requieren que sus socios conductores y sus usuarios utilicen obligatoriamente cubrebocas para realizar viajes, y entre sus recomendaciones para el viaje se encuentra el mantener las ventanillas abajo, de ser posible.
Aunque para evitar contagios de Covid-19 lo más recomendable es permanecer en casa, este estudio arroja luz sobre la mejor manera de disminuir el riesgo de contagio de Covid-19 dentro de un automóvil. Esta información sin duda resultará útil para los trabajadores esenciales que se ven obligados a salir a realizar sus labores aunque las tasas de contagios continúen siendo altas en varios sitios de México y el mundo.
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