Foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
En una jugada insólita en el ámbito de la inteligencia artificial, Elon Musk presentó una demanda contra OpenAI, la empresa que co-fundó en 2015, y su actual CEO, Sam Altman. La demanda, interpuesta en un tribunal de San Francisco, California, acusa a OpenAI de abandonar su misión original de desarrollar tecnología de inteligencia artificial (IA) para el beneficio de la humanidad, en pos de la maximización de beneficios. Según Musk, la asociación de OpenAI con Microsoft derivó en una organización subsidiaria de facto de Microsoft, enfocada únicamente en el lucro.
El conflicto central gira en torno a la violación del acuerdo fundacional entre Musk, Altman y el presidente de OpenAI, Greg Brockman. Este acuerdo estipulaba que OpenAI debía operar como una entidad sin fines de lucro y mantener su tecnología como de código abierto. Sin embargo, la demanda señala que el diseño del modelo GPT-4 de OpenAI se mantuvo en secreto, argumentando que esta decisión estuvo motivada principalmente por consideraciones comerciales. Musk busca que la corte obligue a OpenAI a retornar a su misión original y desarrollar una IA general (AGI) en beneficio de la humanidad, en lugar de favorecer a Altman, Brockman y Microsoft.
Musk no está de acuerdo en el enfoque de la IA generativa de OpenAI y pretende doblegar la firma para encausarse en lo que él considera es la misión fundacional. Por su parte, la propia empresa de inteligencia artificial de Musk, xAI, está compuesta por ingenieros reclutados de destacadas empresas de tecnología estadounidenses, con el objetivo de rivalizar con los esfuerzos de inteligencia artificial existentes. El magnate de origen sudafricano desarrolla un ecosistema de soluciones alineado a empresas como Tesla o X.
Un análisis de The Verge advierte cómo los abogados de Elon Musk descubrieron que dejar que el hombre más rico del mundo acumule horas facturables presentando demandas sin sentido es más lucrativo que adaptar los "hechos" a la "ley", o lo que sea que hagan los abogados habituales. El medio estadounidense afirma, Musk alega incumplimiento de contrato, pero, en realidad, no hay un contrato. La estrategia de los abogados de Musk apunta a un correo electrónico enviado por Altman en el que decía, la tecnología que desarrollaría OpenAI se utilizaría para "el bien del mundo", a lo que Musk respondió: "De acuerdo en todo".
Este litigio se suma a las preocupaciones previamente expresadas por Elon Musk sobre los riesgos que el avance de la IA podría suponer para la sociedad. En 2023, Musk y otros investigadores de IA instaron a las compañías a pausar los "experimentos de IA gigantes". Además, el magnate inició su propia compañía de IA, xAI, y lanzó un bot de IA en la plataforma de redes sociales X.
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