¿Es posible tratar el dolor sin sedación? La Universidad de Duke presenta evidencia

 20-05-2025
Judith Moreno
   
Foto: Patricia Manero (NotiPress/Composición)

Foto: Patricia Manero (NotiPress/Composición)

Científicos de la Universidad de Duke desarrollaron un nuevo compuesto analgésico, identificado como SBI-810, capaz de aliviar el dolor sin inducir efectos secundarios asociados con los opioides. El hallazgo fue publicado el 19 de mayo de 2025 en la revista Cell y representa un avance significativo en farmacología del dolor.

El compuesto fue diseñado para interactuar con el receptor de neurotensina tipo 1 (NTSR1), expresado en neuronas sensoriales, cerebro y médula espinal. Utilizando una técnica conocida como agonismo sesgado, SBI-810 activa únicamente la vía β-arrestina 2, relacionada con el alivio del dolor, sin desencadenar otras respuestas intracelulares responsables de sedación, euforia o tolerancia.

Durante las pruebas en modelos murinos, el compuesto demostró capacidad para reducir signos de incomodidad como el encogimiento abdominal, el gesto facial de dolor y la protección de extremidades afectadas por incisión quirúrgica, fractura ósea o lesión nerviosa. Estas observaciones respaldaron la eficacia del compuesto para distintos tipos de dolor sin requerir combinaciones complejas ni generar efectos adversos significativos.

Investigadores compararon la efectividad de SBI-810 frente a medicamentos actuales, como oliceridina y gabapentina, ambos utilizados en contextos clínicos para tratar dolor agudo o neuropático. En varios parámetros, SBI-810 mostró mejores resultados, ya que no provocó tolerancia tras uso repetido ni alteró funciones cognitivas o gastrointestinales.

Así, el diseño molecular de SBI-810 responde a una estrategia de precisión terapéutica que busca minimizar riesgos, activando solo rutas necesarias para la analgesia. Este enfoque farmacológico representa una alternativa frente a tratamientos que, pese a ser eficaces, tienen potencial adictivo o generan dependencia con el tiempo.

Especialistas involucrados en la investigación, liderada por el Dr. Ru-Rong Ji, director del Centro de Medicina Translacional del Dolor en la Universidad de Duke, señalaron que SBI-810 podría ser útil tanto para el manejo del dolor agudo postoperatorio como en condiciones crónicas, incluyendo neuropatías diabéticas.

Mediante el estudio, el equipo observó que, al combinar SBI-810 con opioides, fue posible reducir la dosis de estos últimos sin comprometer el efecto analgésico. Esta propiedad sugiere una utilidad adicional del compuesto en contextos clínicos donde los opioides siguen siendo necesarios, pero deben ser usados con precaución.

Actualmente, el compuesto se encuentra en una etapa preclínica. Sin embargo, la institución ya cuenta con varias patentes registradas para proteger la innovación, y el equipo de investigadores tiene previsto iniciar estudios en humanos.

Finalmente, este avance ocurre en un momento donde persiste la necesidad de alternativas seguras para el tratamiento del dolor. En Estados Unidos, más de 80 mil personas fallecen anualmente por sobredosis, en su mayoría relacionadas con el uso de opioides. Al mismo tiempo, un tercio de la población enfrenta condiciones de dolor crónico, lo cual plantea una demanda continua por opciones médicas que garanticen eficacia sin generar nuevos riesgos.




DESCARGA LA NOTA  SÍGUENOS EN GOOGLE NEWS