Ciudad de México,
Andrés Zimbrón
Crédito foto: Sergio Cara (NotiPress)
Cifras del Informe de Delitos Criptográficos revelaron que las estafas criptográficas registraron un nuevo récord en 2021. Según el documento, con direcciones ilícitas los estafadores recibieron 14 mil millones de dólares en todo el año, superando el número registrado en 2020 (7 mil 800 millones de dólares).
Sin embargo, los datos duros no cuentan la historia completa, pues el uso de las criptomonedas está creciendo a niveles insospechados. En todas las criptomonedas rastreadas por Chainalysis, el volumen total de las transacciones creció a 15 mil 800 millones de dólares, es decir, un 567%.
Dada esta situación, los ciberdelincuentes aprovecharon el auge de las criptodivisas para manipular las transacciones realizadas con monedas digitales. Solo en 2021, el registro de movimientos bancarios con criptomonedas aumentó un 79%, más del doble en comparación a otros años.
A raíz del crecimiento del uso legítimo de criptomonedas superado con creces, el uso de monedas digitales en actos criminales también creció a la par. Las principales estafas basadas en cripto son el robo directo a las cuentas en instituciones financieras.
El segundo modo de estafa es mediante la piratería de negocios de criptomonedas, una advertencia que se debe tomar en cuenta dentro de la industria criptográfica. Las transacciones involucran sitios web o vínculos ilícitos donde el 0,15% son direcciones ilícitas para estafar, los expertos en Chainalysis señalan que esta cifra puede aumentar a 0,34% en 2022.
Cada vez más las direcciones asociadas a una actividad fraudulenta con cripto es más común en Internet, incrementando así el número de víctimas. Por ejemplo, en el informe, la mayoría de las transacciones de criptomonedas de 2020 estaban asociadas con actividades ilícitas, ahora la cifra se elevó al 0,62%.
Para los expertos, el abuso criminal de la criptomoneda crea enormes impedimentos para la adopción continua, aumentando así las restricciones financieras por parte de los gobiernos. Por tanto, en las últimas tendencias entre los diferentes tipos de criptomonedas, las empresas están respondiendo a una aplicación más legal y segura para utilizar en transacciones de monedas digitales.
Un problema de esta magnitud ocasiona que los inversionistas ya no sientan tanta confianza en seguir impulsando el uso de monedas digitales. Además, al no tener un seguro que respalde sus criptodivisas, convierte al mercado en un sitio donde no se puede invertir con confianza.
Ante ello, las instituciones financieras detallan que se debe controlar aún más el uso de las cripto e incentivar el flujo legal de las mismas. Evitando así que las transacciones ilegales puedan pasar desapercibidas y generar un flujo negativo para las criptodivisas.