Un estudio realizado por la Universidad de Exeter, en Reino Unido, reveló que la ketamina podría mitigar los problemas severos de la depresión. La ketamina es una droga conocida como Club y recientemente se ha convertido en una especie de fármaco antidepresivo.
La nueva revisión publicada en el British Journal of Psychiatry Open reunió todas las investigaciones alrededor de esta nueva droga relacionada con tratamientos para trastornos psiquiátricos. En los datos analizados se encontró que para la depresión resistente a tratamientos médicos y pensamientos suicidas, el fármaco puede tener efectos rápidos y eficientes, aunque de corta duración.
Celia Morgan, coautora y profesora de la Universidad de Exeter expresó: "Es importante enfatizar que el medicamento no funciona para todos". Ello, debido a que la ketamina tampoco es fácil de tomar y debe administrarse bajo supervisión médica sin excepción alguna.
De acuerdo con Morgan, la droga no es un psicodélico, pero normalmente desencadena percepciones alteradas de la realidad; por ejemplo, alucinaciones poco después de su administración. Además, de no tomarse bajo la supervisión médica, también puede provocar un aumento a corto plazo de la presión arterial entre otros efectos secundarios.
Por otra parte, el autor principal de la investigación, Merve Mollaahmetoglu, indicó que la revisión más completa de la ketamina arrojó evidencias de efectos terapéuticos contundentes. "Nuestros hallazgos sugieren que el fármaco puede ser útil para proporcionar alivio rápido de la depresión y los pensamientos suicidas, creando una alternativa a los tratamientos psicológicos".
Mollaahmetoglu agregó, esta revisión examinó la administración de ketamina en entornos clínicos cuidadosamente controlados donde los riesgos de la droga se pueden mitigar de forma segura. Los análisis incluyeron 33 revisiones sistemáticas, 29 ensayos controlados aleatorios y 21 estudios observacionales durante el proceso de experimentación.
Ambos expertos concluyeron que los trastornos psiquiátricos, incluidos los relacionados con la ansiedad, estrés postraumático y otros trastornos obsesivo-compulsivos, pueden ser contrarrestados con ketamina. Asimismo, para las personas con padecimientos por uso de sustancias, la ketamina produjo reducciones a corto plazo en los síntomas de ansiedad, consumo y abstinencia.
Según la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA), la ketamina se aprobó por primera vez en el país hace más de tres décadas como fármaco anestésico. Ello, debido a sus efectos que alteran la mente, sin embargo, comenzó a utilizarse como una droga alucinógena bajo el nombre de K-espacial.
Hasta el momento, la ketamina no está aprobada por la FDA para tratar la depresión, pero los médicos la pueden recetar siempre y cuando esté bajo un alto control de consumo. En 2019, la FDA aprobó un derivado de la sustancia llamado esketamina o Spravato, para la depresión pero, su efecto es muy similar a los antidepresivos convencionales.