Estudios revelan cómo funcionan los detectores de mentira de inteligencia artificial

 08-07-2024
Noelia Acuña
   
Foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)

Foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)

La capacidad para discernir la verdad de la mentira es un desafío constante en debates políticos y situaciones cotidianas. En un mundo inundado de información, la inteligencia artificial (IA) apareció como una potencial solución para mejorar habilidades de detección, dejando atrás métodos anticuados como el polígrafo.

Alicia von Schenk y su equipo de la Universidad de Würzburg, en Alemania, desarrollaron una investigación, utilizando el modelo de lenguaje BERT de Google. En ese sentido, desarrollaron un algoritmo que puede identificar declaraciones falsas con una precisión del 67%, significativamente superior a la habilidad humana.

El estudio de Von Schenk también exploró cómo las personas podrían interactuar con dicha tecnología. Aunque algunos voluntarios demostraron una disposición inicial a utilizar la IA para detectar mentiras, un número considerable expresó escepticismo hacia su fiabilidad y preocupaciones éticas sobre la privacidad.

Un aspecto notable del estudio fue el aumento en la tasa de acusaciones de mentira cuando los participantes confiaban en la IA, pasando del 19% al 58%. Esto resalta el potencial de la tecnología en la detección de desinformación, aunque plantea interrogantes sobre cómo podría afectar la confianza interpersonal y la ética en el uso de datos personales.

Nuestro estudio muestra cómo los algoritmos de detección de mentiras alteran esta dinámica social. Nosotros desarrollamos un clasificador supervisado de aprendizaje automático que supera la precisión humana y lleva a cabo un experimento incentivado a gran escala que manipula la disponibilidad de este algoritmo de detección de mentiras", indicaron los investigadores.

Además de los avances en el análisis lingüístico, los investigadores examinaron técnicas que utilizan patrones faciales y microgestos para detectar engaños con mayor precisión. Si bien estos desarrollos prometen mejorar aún más la capacidad de los detectores de mentiras basados en IA, también se plantean nuevas preocupaciones sobre la ética y el manejo de la privacidad en su aplicación práctica.

Con la adopción generalizada de esta tecnología enfrenta desafíos regulatorios y requiere una evaluación cuidadosa de la precisión y de los efectos en la sociedad. Von Schenk resaltó la importancia de un marco ético robusto para guiar el desarrollo y la implementación de los detectores de mentiras basados en IA.




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