Foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
Con la explosión de datos digitales, la inteligencia artificial (IA) generativa surgió como una herramienta clave para ayudar a las organizaciones a procesar y gestionar la información de manera efectiva. Según la firma de análisis IDC, la cantidad de datos creados, replicados y consumidos alcanzará los 175 zettabytes en 2024, lo que representa un crecimiento del 300% en comparación con 2019. En este contexto, la IA permite a las empresas extraer información valiosa de volúmenes masivos de datos, mejorando la toma de decisiones en un entorno cada vez más complejo y acelerado.
Sin embargo, el uso de la IA plantea desafíos éticos significativos. Casos recientes mostraron cómo el uso no regulado de estas tecnologías puede llevar a la desinformación, violaciones de derechos de autor y asesoramiento jurídico erróneo. Estos problemas subrayan la importancia de una implementación controlada y responsable de la IA en los entornos corporativos.
Estrategias clave para una IA responsable en la empresa
Para que las organizaciones aprovechen el potencial de la IA de manera segura, se recomiendan tres estrategias fundamentales:
- Maximizar la visibilidad del conocimiento: La IA puede actuar como un "tejido de conocimiento" que orquesta diferentes tipos de datos, independientemente del formato en que se encuentren. Este enfoque permite a las empresas democratizar la información, identificar patrones y tendencias clave, y facilitar decisiones estratégicas en tiempo real. La visibilidad del conocimiento, a menudo reservada para las corporaciones de gran escala, ahora está al alcance de organizaciones más pequeñas, lo que nivela el campo competitivo.
- Curación de contenido confiable: Con la proliferación de contenido generado por IA, las organizaciones deben crear sus propias bases de datos verificadas y confiables. Esta estrategia incluye construir repositorios con información aprobada, contenido propio o bajo licencia, y datos relevantes de fuentes públicas. Un entorno de contenido curado proporciona una capa adicional de protección contra la desinformación y asegura que las decisiones empresariales se basen en información precisa.
- Mantener el control sobre la tecnología y el contenido: Es fundamental que las organizaciones gestionen el grado de control sobre los modelos de IA que utilizan. Para ello, es posible emplear una matriz de control que regule tanto el origen de los datos como la tecnología de IA aplicada, priorizando las herramientas que permitan la atribución clara de la información. Así, se minimizan los riesgos de utilizar datos sesgados o poco confiables.
El uso de IA generativa, correctamente regulado, puede transformar la capacidad de las organizaciones para navegar en un mar de datos y construir estructuras resilientes y adaptativas. La implementación de estas prácticas de IA responsable puede llegar a permitir a las empresas enfrentar los retos del presente y aprovechar al máximo el poder de la inteligencia artificial en la creación de un futuro sostenible.
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