Ciudad de México,
Martín Olivera
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
Con la explosión de datos digitales, la inteligencia artificial (IA) generativa surgió como una herramienta clave para ayudar a las organizaciones a procesar y gestionar la información de manera efectiva. Según la firma de análisis IDC, la cantidad de datos creados, replicados y consumidos alcanzará los 175 zettabytes en 2024, lo que representa un crecimiento del 300% en comparación con 2019. En este contexto, la IA permite a las empresas extraer información valiosa de volúmenes masivos de datos, mejorando la toma de decisiones en un entorno cada vez más complejo y acelerado.
Sin embargo, el uso de la IA plantea desafíos éticos significativos. Casos recientes mostraron cómo el uso no regulado de estas tecnologías puede llevar a la desinformación, violaciones de derechos de autor y asesoramiento jurídico erróneo. Estos problemas subrayan la importancia de una implementación controlada y responsable de la IA en los entornos corporativos.
Para que las organizaciones aprovechen el potencial de la IA de manera segura, se recomiendan tres estrategias fundamentales:
El uso de IA generativa, correctamente regulado, puede transformar la capacidad de las organizaciones para navegar en un mar de datos y construir estructuras resilientes y adaptativas. La implementación de estas prácticas de IA responsable puede llegar a permitir a las empresas enfrentar los retos del presente y aprovechar al máximo el poder de la inteligencia artificial en la creación de un futuro sostenible.