Foto: University at Buffalo en YouTube
Por más avance en los órganos impresos en 3D, crearlos sigue siendo un proceso lento que puede dañar el tejido; no obstante, pronto habrá un método más rápido y eficaz. Investigadores de la Universidad de Buffalo y otras instituciones han desarrollado una técnica en impresión 3D más rápida que los métodos estándar.
A través de un video publicado en el canal oficial de la universidad en YouTube se puede ver una mano sintética que habría tardado seis horas en imprimirse. Pero realmente tomó sólo 19 minutos mediante impresión 3D, lo suficiente para minimizar la deformación y daño celular de los sistemas anteriores.
"Con la tecnología desarrollada, es de 10 a 50 veces más rápida que el estándar de la industria y funciona con muestras de gran tamaño, antes algo muy difícil de lograr". Explicó el coautor del estudio, Ruogang Zhao, profesor asociado de ingeniería biomédica de la Universidad de Buffalo.
Según los investigadores, el nuevo método utiliza la combinación de estereolitografía con hidrogeles para guiar con precisión la fotopolimerización, es decir, curar el material a través de la luz. El equipo pudo suministrar rápida y continuamente la solución de hidrogel necesaria y mantener una impresión 3D ininterrumpida.
"Nuestro método permite la impresión rápida de modelos de hidrogel de escalas en centímetros; además, reduce significativamente la deformación de las piezas y las lesiones celulares causadas durante la impresión 3D". Así lo describe el coautor principal del estudio, Chi Zhou, profesor asociado de ingeniería industrial y de sistemas.
Las investigaciones publicadas en la revista Advanced Healthcare Materials comentan, el método es particularmente adecuado para imprimir células con redes de vasos sanguíneos integrados. Una tecnología incipiente que se espera pueda ser parte central de la producción de tejidos y órganos humanos impresos en 3D.
Cabe señalar, el trabajo fue auspiciado con fondos del Instituto Nacional de Bioingeniería e Imágenes Biomédicas de los Institutos Nacionales de Salud. Además de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de Buffalo y la Facultad de Medicina y Ciencias Biomédicas Jacobs, quienes aportaron financiación adicional.
Actualmente, los investigadores afirman, la producción está limitada a modelos de pequeña escala, pero se mantienen trabajando para ofrecer modelos con un mayor tamaño. Parte crucial para la eventual producción de órganos de tamaño humano, si los científicos pueden escalar el proceso de impresión 3D a órganos de tamaño completo y hacerlo adecuado para el uso diario. Así, los hospitales no tendrán que depender tanto de los donantes de órganos, ya que un donante puede salvar hasta ocho vidas y un donador de tejidos puede ayudar hasta 75 personas.
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