Foto: WEF
No cabe duda que la inteligencia artificial (IA) es uno de los temas más importantes de la agenda mundial junto con el cambio climático y las tensiones geopolíticas. Los tres temas son controversiales porque, en sí mismos, encierran riesgos y temores por parte de la humanidad: el cambio climático se encuentra en un punto crítico; las tensiones geopolíticas amenazan al mundo con una desestabilidad social y económica; y la inteligencia artificial promete muchos avances, pero también implica muchos riesgos.
En el World Economic Forum, realizado del 21 al 24 de enero de 2020 en Davos, se habló poderosamente del desarrollo de la IA con diversos contrastes: mientras unos ven en su desarrollo un cambio mayor "que el fuego o la electricidad" como Sundar Pichai, CEO de Alphabet, otros la consideran una vuelta a la "revolución industrial del siglo XIX", según el historiador Yuval Noah Harari. Lo cierto es que, en ambos casos, ven su desarrollo "inminente" y su bien o mal depende del ser humano por completo, por lo que debe ser regulada.
Satya Nadella, consejero delegado de Microsoft, junto al anteriormente mencionado Pichai, estuvieron de acuerdo en que la inteligencia artificial debe ser regulada por los alcances y la información contenida en ella: ni las máquinas ni los hombres con acceso a esta tecnología pueden eludir la responsabilidad que conlleva el uso de un arma tan poderosa, debido al acceso a una cantidad casi infinita de datos. Por ello, ambos personajes apoyan la regulación del desarrollo de la IA y las medidas para lograrlo, como prohibiciones temporales de organismos o el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR). A su vez, el mismo Nadella sacó a relucir el concepto "dignidad de datos", es decir, el control total por parte del usuario del acceso y uso de sus datos por las empresas con acceso a ellos.
Por otro lado, Diana Paredes, CEO de Suade, señaló que la confianza del consumidor en la IA es clave en su desarrollo; así, al construir confianza y ética en el usuario, la creación y posterior aceptación de la IA será más rápida, en lugar de crear oposiciones basadas en el desconocimiento de la tecnología. Tanto para Paredes como para Nadella, la educación es una parte fundamental en el proceso de desarrollo de la IA, aunque ambos lo enfocan de diferente manera: Paredes cree importante educar al consumidor y darle a conocer la inteligencia artificial; Nadella considera educar a los desarrolladores y fomentar la diversidad, así se evitará transferir sus prejuicios o "sesgos" -raciales, de género u otros- a la tecnología.
Es verdad que el desarrollo de la inteligencia artificial y sus diferentes usos, por ejemplo, el reconocimiento facial es algo seguro en los años venideros, pero el cómo y el quién aún están por verse y serán muy importantes a la hora del nacimiento de este tipo de innovaciones. Para Ren Zhengfei, fundador y director general de Huawei, la tecnología "es para bien, no para mal", pues la humanidad siempre busca lo mejor para ella y no quieren algo "miserable". Queda por ver qué camino toma esta historia y quiénes, cómo y bajo qué condiciones terminan desarrollando la IA que llegará a la sociedad en los próximos años.
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