Las imágenes naturales pueden alterar la actividad cerebral y disminuir el dolor

 24-03-2025
Judith Moreno
   
Foto: Pexels

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Un estudio reciente demostró que la simple observación de imágenes de la naturaleza puede reducir la percepción del dolor en las personas. La investigación, realizada por expertos de las universidades de Viena y Exeter, utilizó resonancias magnéticas funcionales para analizar cómo el cerebro responde a estímulos dolorosos en diferentes entornos visuales.

El experimento contó con la participación de 49 voluntarios, quienes fueron expuestos a leves descargas eléctricas mientras observaban distintos tipos de imágenes: paisajes naturales, entornos urbanos y oficinas. Los resultados mostraron que la percepción del dolor disminuyó significativamente cuando los participantes miraban imágenes de la naturaleza.

Los escaneos cerebrales revelaron que al observar paisajes naturales, se reducía la actividad en las regiones cerebrales asociadas con la percepción del dolor, como la corteza somatosensorial y la corteza cingulada anterior. Este efecto sugiere que el cerebro procesa de manera diferente la información sensorial relacionada con el dolor cuando está expuesto a estímulos visuales naturales.

Un efecto más allá del placebo

Max Steininger, autor principal del estudio y estudiante de doctorado en la Universidad de Viena, explicó que este fenómeno no se trata solo de un efecto placebo. "El cerebro realmente reacciona menos a la información sobre el origen e intensidad del dolor cuando se está expuesto a imágenes naturales", afirmó el investigador.

Alex Smalley, coautor del estudio e investigador de la Universidad de Exeter, resaltó que estos hallazgos subrayan el potencial de los encuentros virtuales con la naturaleza como una herramienta terapéutica, especialmente para personas que no pueden acceder a espacios naturales en su vida cotidiana.

Implicaciones para la salud y el bienestar

Este estudio refuerza la creciente evidencia de que la naturaleza, incluso de forma digital, puede tener un impacto positivo en la salud mental y física. En un mundo donde el acceso a entornos naturales es limitado para muchas personas, estos hallazgos sugieren que algo tan simple como ver imágenes de paisajes puede ayudar a reducir el dolor y mejorar el bienestar general.




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