Ciudad de México ,
Carlos Ortíz
Crédito foto: Xbox
La empresa tecnológica Microsoft inició la preventa de sus nuevas consolas portátiles, Xbox Ally, desarrolladas junto a Asus, con precios que alcanzan los mil dólares, marcando una ruptura con el modelo clásico de dispositivos subsidiados. Esta estrategia representa un posible punto de inflexión para el mercado de videojuegos, en un contexto donde las consolas tradicionales han dejado de abaratarse con el tiempo.
Hasta el momento, los modelos presentados —la versión estándar y una versión avanzada— fueron lanzados a 599 y 999 dólares, respectivamente, y estarán disponibles en otras regiones por valores equivalentes. Estos dispositivos funcionan como computadoras personales con sistema operativo de Microsoft, sobre los cuales se ejecuta una capa de servicios y títulos propios de la marca Xbox, lo que los aleja del concepto tradicional de consola.
El nuevo dispositivo es visto como un intento de medir el interés de los consumidores por aparatos de alta gama, en un momento donde los precios de las consolas han mostrado una tendencia sostenida al alza. "Las consolas de videojuegos no dejan de encarecerse", señala el análisis, lo que contrasta con la lógica anterior donde los primeros compradores asumían mayores costos a cambio de acceder antes al producto.
A esto se suma que, durante años, empresas como Microsoft y Sony solían vender sus dispositivos por debajo del costo de fabricación, recuperando la inversión mediante la venta de videojuegos y suscripciones. No obstante, esa lógica parece estar cambiando: en 2024, una consola Xbox Serie X cuesta 150 dólares más que el año anterior. La ejecutiva Lori Wright confirmó en 2021 que esa práctica era habitual, pero su sostenibilidad está en entredicho.
En este nuevo escenario, la empresa parece orientarse hacia una estrategia diferente: desvincular sus franquicias de una sola plataforma, permitiendo su presencia en consolas rivales y en servicios de juegos a distancia. "Es posible que la próxima Xbox no sea una consola como las anteriores, sino una gama de computadoras personales", afirma el informe.
El fenómeno no es exclusivo del sector tecnológico. En otros ámbitos del consumo, también se observa una disposición creciente del público a pagar por productos exclusivos. Ejemplos como una réplica de la Estrella de la Muerte en bloques de construcción, valorada en mil dólares, o una figura transformable del personaje Megatron de Transformers, que supera los mil quinientos dólares, evidencian un mercado donde lo nostálgico y lo especializado ganan terreno.
Aunque históricamente las quejas de los consumidores han contenido los precios, el informe sugiere que los aumentos recientes en consolas y videojuegos se explican por factores externos como aranceles y problemas de distribución. En ese contexto, las empresas han encontrado terreno fértil para introducir precios más elevados sin sufrir grandes consecuencias comerciales.
A pesar de que el director de la división Xbox, Phil Spencer, afirmó en 2023 que "no vamos a hacer crecer el mercado con consolas de mil dólares", el rumbo de la compañía indica una exploración activa de nuevos modelos. Uno de ellos podría consistir en ampliar el acceso a sus títulos en distintas plataformas y licenciar su tecnología a fabricantes que desarrollen equipos para segmentos específicos del público.