Ciudad de México,
Juan Manuel Flores
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress)
Una reciente investigación de la Universidad de California plantea la hipótesis de que la minería de bitcoin, en combinación con energía de hidrógeno de origen sustentable, podría acelerar la transición energética y descarbonización. Esto resulta controversial, considerando la evidencia sobre el impacto negativo del bitcoin en el medio ambiente. Sobre esto, la Universidad de Cambridge estima, la minería de bitcoin consume más de 121 mil 36 teravatios hora al año, equivalente al consumo de energía total anual de Argentina. Además, identificaron, solo 39% de la energía empleada en dicha actividad proviene de fuentes renovables.
Ante este panorama, el estudio prevé un escenario ideal, en el cual las ganancias de la minería bitcoin se utilizan para invertir en la producción de hidrógeno limpio y energías renovables. Sin embargo, ello requeriría otorgar a las grandes empresas de energía y grupos climáticos el derecho de minar bitcoin y quitárselo al minero promedio. Esta formulación se basa, en que los mineros de bitcoin no tienen incentivos financieros para implementar energías renovables en sus actividades.
Además, aunado a lo anterior, en vista de garantizar que se inviertan los fondos obtenidos de la minería bitcoin en energías limpias, sería necesario desarrollar políticas y mecanismos gubernamentales."Todo depende de quién use el bitcoin, lo mismo que un cuchillo, podríamos usarlo para comer, pero también como arma", menciona Fengqi You, coautor del estudio.
Mediante el símil anterior, Fengqi You explica que bajo esta propuesta, el bitcoin no sería minado como moneda comercial de mercado abierto. De este modo, los investigadores proponen un modelo económico donde parte de las ganancias de una actividad altamente contaminante se inviertan en el desarrollo de energías sustentables.
En este escenario, la energía generada con hidrógeno verde jugaría un papel fundamental. Pues mientras la energía solar y eólica es intermitentemente fluctuante y, por tanto, su almacenamiento es complejo, el hidrógeno puede ser utilizado como combustible.
De este modo, el modelo de la Universidad de California, se basa en generar hidrógeno verde a través de energía solar y eólica bajo el concepto de portador de energía virtual, dada su capacidad almacenamiento. Para explicar esto, You compara el bitcoin con una tarjeta de regalo. Pues el bitcoin solo podría ser utilizado por las compañías, encargadas de su explotación, para generar energías verde. Con lo cual se expandiría la generación de energía eólica hasta un 75% en Estados Unidos.
Sin embargo, esta hipótesis depende de escenarios poco factibles, ya que operar y generar minas de bitcoin es sumamente caro y poco redituable al inicio. Por lo cual, las empresas de servicios públicos enfrentarían costos iniciales elevados para minar bitcoin y se verían limitados a invertir en energía verde. De este modo, los investigadores explican, el bitcoin podría ser considerado como un facilitador de energía verde, pero no como portador de la misma.
Cabe destacar, bajo el planteamiento anterior, la producción de energía dependería del precio del bitcoin, el cual es altamente volátil. Aun con ello, los autores de la investigación consideran, bajo el cumplimiento de ciertas circunstancias y desarrollo de mecanismos gubernamentales, el bitcoin podría impulsar la adopción de energías limpias.