Ciudad de México,
Jorge Cerino
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Con un crecimiento acelerado en los años más recientes, se espera que el mercado de los tokens no fungibles (NFT) tenga un valor cercano a los mil 600 millones de dólares en 2023. Este crecimiento continuará hasta alcanzar los 3 mil 162 millones de dólares en 2027, según la plataforma de datos Statista. Sin embargo, los NFT y otros criptoactivos son a menudo criticados por su consumo intensivo de energía, aunque un estudio reciente señala una solución viable para compensar este consumo con energías renovables.
De acuerdo con un comunicado de la Universidad Cornell, el crecimiento exponencial de las transacciones de NFT podría ser respaldado con la energía solar, eólica e hidroeléctrica no utilizada en Estados Unidos. Debido a la falta de capacidad de almacenamiento, los operadores de estas redes renovables se ven obligados a reducir la producción, explica el comunicado. Por esto, el estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences sugiere que sería tecnológicamente factible utilizar esta energía renovable para los criptoactivos, si la industria y los responsables de políticas así lo decidieran.
Concretamente, este aumento de la actividad de procesamiento de NFT podría sostenerse a través de 50 megavatios (MW) de energía hidroeléctrica potencial actualmente no utilizada en represas de Estados Unidos. Similarmente, esto sería posible con una utilización del 15 por ciento de energía eólica y solar que actualmente no se puede utilizar o almacenar en fuentes generadoras de Texas.
Si no se realizara ningún esfuerzo para hacer más sostenibles las transacciones de NFT, sus emisiones anuales alcanzarían el equivalente a 0.37 megatoneladas (Mt) de dióxido de carbono, advierten los investigadores. Esto sería aproximadamente las emisiones de dióxido de carbono de 1 millón de vuelos para un solo pasajero de Nueva York a Londres.
A finales de 2020, la criptomoneda Ethereum, actualmente muy por delante en volumen de transacciones web3.0, especialmente de NFT, dejó de utilizar la tecnología Proof-of-Work y adoptó el protocolo Proof-of-Stake. Con esto, la empresa consiguió disminuir su consumo de energía cerca de 99.95%, eliminando la necesidad de minería de criptomonedas intensiva en energía.
Pese a este consumo de menor para las transacciones individuales, con el crecimiento exponencial de las transacciones de NFT, el efecto acumulativo en redes predominantemente impulsadas por combustibles fósiles es preocupante. Los autores advierten que esto conduciría a un aumento adicional en la deuda de carbono asociada. Así, los expertos llaman a buscar nuevas alternativas para reducir el impacto ambiental de los criptoactivos, con una posible solución en el uso de energías renovables hoy en día subutilizadas.