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Utilizar paneles solares puede resultar en una estrategia de ahorro de energía en México, que ayude a enfrentar los retos futuros. En 2009, en las universidades portuguesas de Minho y Nova de Lisboa, se presentó uno de los proyectos más innovadores del mundo: la utilización de placas fotovoltaicas que se colocan en los techos de las construcciones y aprovechar la energía solar para producir electricidad, brindando a sus poseedores la posibilidad de ahorrarse –o cuando menos disminuir– la compra de electricidad a empresas como, en el caso de México, la Comisión Federal de Electricidad.
Los paneles, unidos a un transformador bidireccional, captan la radiación emitida por el sol y la convierten en energía utilizable. Hoy en día un techo lleno –o parcialmente cubierto– por tejas con paneles solares permitiría satisfacer las necesidades energéticas de una familia. Paradigmático es el caso del barrio de Schlierberg, ubicado en la ciudad de Freiburg, considerada la green city de Alemania por excelencia y en donde se originó un fuerte movimiento contra de la energía nuclear y a favor de la energía solar en 1986. Schlierberg destaca porque, ubicado en una de las ciudades más soleadas de Alemania –con un promedio de mil 740 horas de sol al año–, estableció un proyecto que ha hecho posible un barrio generador no solo la energía necesaria, sino mucha más. El proyecto fue desarrollado como parte de un plan de regeneración urbana para el distrito de Vauban, utilizado como base militar hasta inicios de los años noventa, en donde se construyeron sesenta viviendas, instalándose en cada una un panel solar con la capacidad de generar 445 kilovatios de pico, la máxima generada por un conjunto de paneles en las horas de mayor insolación.
Dichos paneles solares puede permitir, en México, tener un ahorro de hasta 8 mil pesos anuales en la electricidad que consume una vivienda. De acuerdo con Carlos Tornel, ejecutivo de la Iniciativa Climática de México, se requiere instalar en promedio cuatro paneles solares para un hogar –y hasta un máximo de 25–; además de que se deben tener en cuenta otros factores, como ubicación de la casa, dirección de los rayos solares y espacio en el techo.
Junto a la utilización de paneles solares, hay varias medidas para tener un hogar más sustentable, como utilizar luces LED, las cuales gastan mucha menos energía que los focos de luz incandescente –una lámpara fluorescente de 12 W o una luz LED de 10 W puede reemplazar a un foco incandescente de 60 W–, o captar y utilizar el agua de lluvia, pues no solo ayuda a reducir costos, sino a optimizar la utilización de los recursos hídricos, no renovables. En México se desperdicia alrededor del 72% de agua pluvial y la inversión en los sistemas de captación de lluvia se recupera en tan sólo un año.
Es importante señalar, el uso de estas estrategias permitirá a los hogares mexicanos no solo reducir sus gastos por los consumos de energía y agua tradicionales a mediano plazo, permitirá gastar menos recursos naturales y disminuirá las emisiones de gases de efecto invernadero; algo fundamental frente al acelerado proceso de cambio climático que el mundo enfrenta en la actualidad.
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