Ciudad de México,
Álvaro Sánchez
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Según la Asociación de Bancos de México (ABM), los delitos por clonación de tarjetas tienen un costo superior a 100 millones de dólares al año, cifra que representa el 0.15% de la facturación total de los bancos del país. A nivel mundial la cifra asciende a aproximadamente 11.3 mil millones de dólares de acuerdo a datos de The Nilson Report. Existen varios métodos usados por los ciberdelincuentes para clonar tarjetas, una de ellas es el skimming, una práctica utilizada a nivel mundial por los buenos resultados que deja a los criminales.
Un skimmer es una boquilla de cajero automático o de terminal de venta modificada para clonar tarjetas de crédito o débito. Esta herramienta tiene una ranura falsa que copia la banda magnética de las tarjetas cuando estas se deslizan al realizar alguna transacción. Asimismo, por lo general también cuenta con una pequeña cámara, con la que los delincuentes obtienen el PIN de las personas. Con estos dos datos, los ladrones graban esta información en tarjetas genéricas y después las utilizan para comprar con ellas o vaciar la cuenta.
Gran parte de las instituciones bancarias conocen bien dicho mecanismo y han adaptado medidas para mitigar este método de robo al instalar sensores que generan ruido cuando se intenta modificar la boquilla de algún cajero automático. Sin embargo, los ciberdelincuentes también cambiaron su modo de operar y han logrado saltar las nuevas medidas de seguridad de los bancos, por lo que esta práctica sigue vigente y debido al gran número de casos de este delito, las autoridades dan ciertas recomendaciones para evitar ser víctima de ellos:
Utilizar cajeros automáticos con mayor seguridad: es mejor utilizar los cajeros ubicados dentro de los bancos, estos tienen más seguridad a comparación con los ubicados en avenidas o supermercados, pues en la mayoría de los casos estos últimos no poseen medidas adecuadas de seguridad como cámaras de vigilancia o constante monitoreo por parte del personal de seguridad.
Observar los detalles de las terminales: los skimmers se pueden detectar con irregularidades en los cajeros, por ejemplo, si los teclados están flojos, los abrepuertas sueltos o si tienen agregados irregulares en la parte superior de la pantalla.
Vigilar periódicamente las operaciones realizadas: es muy recomendable usar las aplicaciones oficiales de los bancos o tener activadas las notificaciones por vía mensaje de texto ante cualquier compra o extracción realizada, esto permite detectar tempranamente si una tarjeta ha sido clonada y bloquearla rápidamente.
Las tarjetas de crédito o débito son actualmente uno de los modos de pago más usados en todo el mundo y, por ello son los principales objetivos de los delincuentes. A pesar de que el skimming ya es muy conocido por las personas debido a las publicaciones en las redes sociales y los medios de comunicación, sigue siendo uno de los métodos usados por los ciberdelicuentes para clonar tarjetas y debido a esto se deben tomar ciertas medidas para evitar ser víctima de este delito electrónico.