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Luego del lanzamiento del iPhone 12 la polémica no se hizo esperar, pues la compañía Apple afirmó que la caja de los nuevos dispositivos móviles en cualquiera de sus modelos (iPhone 12, mini, Pro, Pro Max) no incluirá más cargadores de pared, una iniciativa derivada del compromiso de la empresa por reducir sus emisiones de carbono. Esta idea en un inicio parece ser benéfica para los negocios de la empresa, pero es discutible qué tan positiva resulta para cuidar el medio ambiente.
Durante su evento el pasado 13 de octubre de 2020, Apple anunció que todos los modelos de iPhone 12 vendrán solo con un cable Lightning tipo USB-C. La compañía de tecnología decidió tomar esta decisión para reducir el impacto de contaminación al medio ambiente y reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) que están asociadas con la fabricación de sus productos.
Las personas en pro del medio ambiente y afines a los artículos de la empresa reaccionaron de una buena manera al darle varios elogios por la decisión de reducir los desechos electrónicos, un problema que va en aumento y donde Apple contribuye en gran medida al fabricar nuevos dispositivos. No obstante, los detractores y no tan fanáticos de la marca vieron esta idea como parte de una estrategia de mercado fallida, ya que al no tener auriculares y ahora cargador, es un pretexto más para venderos por separado y a un precio más elevado.
Ante esta situación, la compañía de Cupertino, California declaró que eliminar el cargador del empaque del iPhone 12 se debe en gran medida para compensar los gastos de transición de la red 4G a 5G con el propósito de reducir gastos y buscar incluir menos accesorios en sus teléfonos y no aumentar el precio del nuevo dispositivo. "No incluir un bloque de alimentación ni audífonos en la caja, puedo pensar con esto como una maniobra para mantener la rentabilidad del iPhone 12". Comentó al medio The Verge Gene Munster, socio gerente de la firma de capital de riesgo Loup Ventures.
Pero no es del todo buena iniciativa. Apple asume que las personas quienes comprarán un nuevo iPhone, cuentan con auriculares y cargadores de anteriores dispositivos. Sin embargo, existe un público que comprará por primera vez un iPhone y otro sector de clientes de Apple también decidirán comprar un nuevo cargador y nuevos AirPods. En términos de ganancias es un acierto para el gigante de la tecnología, pero no para el planeta.
"Si Apple vende aproximadamente la misma cantidad de teléfonos que en 2018 (casi 217 millones), y solo el 5 por ciento de esas personas decide agregar AirPods a su nueva compra, la compañía puede obtener hasta 700 millones de dólares adicionales en ganancias brutas", asegura Munster quien destacó que el problema no es comprar cargadores o auriculares por separado, sino el desperdicio de empaques y emisiones de CO2 en cada entrega.
Cabe señalar, la idea de Apple de no incluir un cargador dentro de la caja podría no resultar en una reducción tan grande de las emisiones de dióxido de carbono y basura tecnológica ya que los envíos y entregas por separado de accesorios podrían aumentar hasta en un 70 por ciento más, una situación que deja espacio para el escepticismo, especialmente cuando se trata de cambios radicales enfocados en combatir el cambio climático y reducir los desechos electrónicos.
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