Foto: Pedro Henrique Santos en Unsplash
La tecnología de reconocimiento facial se ha vuelto ampliamente utilizada por las fuerzas del orden en todo el mundo, pero es controvertida en parte por múltiples problemas de precisión. A finales de 2020 la firma Markets and Markets informó que las ventas de sistemas biométricos podrían alcanzar la suma de 68 mil millones de dólares para 2025. Recientemente un startup israelí de biometría llamada AnyVision, vinculada al ejército de Israel, solicitó una patente estadounidense sobre tecnología de reconocimiento facial aplicada a drones para capturar mejores imágenes de las personas.
"Posicionamiento de drones para el reconocimiento facial mejorado", es el nombre de la tecnología solicitada por AnyVision. Donde a través de una computadora se analiza el ángulo de la cámara de un dron y el rostro de una persona en el suelo, después se instruye al dron sobre cómo mejorar su mirador.
El sistema puede enviar imágenes a través de un modelo de aprendizaje automático entrenado para clasificar rostros individuales. Además, el modelo predictivo devuelve una clasificación con una puntación de probabilidad, si la puntuación cae por debajo de un cierto umbral, todo el proceso comienza de nuevo.
Ante esta situación, los activistas están pidiendo que se ponga fin por completo a su uso y también erradicar el uso de esta tecnología para vigilancia con reconocimiento facial. "Un futuro definido por este tipo de vigilancia masiva, borraría por completo la privacidad y el anonimato en público tal y como se conoce hasta el momento". Explicó Kade Crockford, directora del programa de tecnología para la libertad de la ACLU de Massachusetts, quien encabeza las acusaciones de prohibir el uso de reconocimiento facial.
Si bien al igual que con cualquier solicitud de patente, no hay garantía de que el reconocimiento facial aparezca en un producto real, aborda un problema técnico muy real. Estos sistemas suelen procesar imágenes capturadas por cámaras fijas y capturar un ángulo claro del rostro de alguien; compensar los malos enfoques siempre representa un desafío.
Las empresas privadas no son las únicas que emplean el reconocimiento facial en sus productos, por ejemplo, el gobierno chino utiliza esta herramienta para la vigilancia a gran escala con cámaras públicas. La policía metropolitana de Londres también la utiliza para búsquedas de criminales, aunque el sistema ya ha reportado coincidencias incorrectas en un 98 por ciento de los casos.
Ahora, la startup AnyVision sigue en la silenciosa pero agresiva acción de conseguir contratos con sistemas probados por las autoridades de Estados Unidos. La seguridad biométrica es un negocio en rápido crecimiento y su aceleración aumentó a raíz de la pandemia. Una situación que espera aprovechar la startup con sede en Jolón, Israel, para crecer su negocio de drones implementando la herramienta de reconocimiento de rostros.
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