Ciudad de México ,
Carlos Ortíz
Crédito foto: Vaisala
En la era de la automatización, ya no basta con registrar datos. Hoy, sensores como la sonda DMP1 de Vaisala están diseñados para generar lecturas precisas en tiempo real que permiten acciones inmediatas en entornos industriales altamente sensibles, como la fabricación de baterías, farmacéutica y electrónica. La automatización industrial ya no solo depende de software y máquinas grandes. Ahora sensores del tamaño de una mano permiten tomar decisiones sobre la marcha para evitar pérdidas millonarias en condiciones críticas.
Durante la fabricación de baterías de iones de litio, las salas secas deben mantener una humedad extremadamente baja, ya que la presencia de agua puede afectar la calidad de los componentes e incluso comprometer la seguridad del proceso. Según indica la compañía, "se necesitan sensores de punto de rocío estables y precisos para garantizar que todo el ambiente interno se mantenga constantemente dentro de las tolerancias requeridas".
El punto de rocío es la temperatura a la que el vapor de agua presente en el aire se condensa. En salas secas, este valor suele mantenerse entre -50 y -60 °C, y el DMP1 puede medir hasta -70 °C si es necesario. La capacidad de reacción de este sensor es "en minutos en lugar de horas". Esto significa que puede detectar cambios en el ambiente con suficiente antelación para realizar ajustes inmediatos y prevenir fallos en la producción.
Para asegurar una cobertura total, se recomienda la instalación de varios sensores distribuidos a intervalos regulares, de forma que cada metro cúbico esté vigilado. Estos dispositivos transmiten datos en tiempo real, lo cual permite que el personal técnico ajuste las unidades de secado de manera precisa y sin demoras.
La tecnología DRYCAP®, presente en el DMP1, fue probada en diversas industrias y está diseñada para soportar condiciones exigentes, incluyendo la exposición a productos químicos y procedimientos de limpieza. Además, el equipo incorpora una función de purga que calienta el sensor para eliminar contaminantes y garantizar lecturas confiables en todo momento.
El DMP1 se conecta al transmisor Vaisala Indigo300, que cuenta con una pantalla clara y fácil de leer, permitiendo al personal conocer el punto de rocío en cualquier momento. Forma parte de un ecosistema modular que incluye sondas para medir temperatura, humedad y dióxido de carbono, facilitando el mantenimiento y asegura compatibilidad con futuras actualizaciones.
Dicho modelo sustituye al DMT341, ampliamente utilizado en la industria de baterías, y busca mantener altos estándares de calidad y seguridad.