Foto: Neri Oxman y The Mediated Matter Group
A pasos agigantados el diseño sostenible se va abriendo paso en las industrias a nivel global, pues va mucho más allá de las formas, técnica y materiales. Con los avances de la tecnología y el auge de la inteligencia artificial (IA), se presenta una oportunidad para forjar nuevas relaciones con la naturaleza, menos extractivas, pero aún productivas dentro de la industria hacia un futuro alocéntrico.
Paola Antonelli, curadora principal del MoMA de Nueva York, explicó todo el diseño está centrado en el ser humano, una situación que refleja una visión antropocéntrica y antropogénica de la realidad. El potencial de cambio realmente radica en lo que Antonella describe; diseño alocéntrico, una palabra opuesta a egocéntrico. Ello, con el fin de darle un nuevo enfoque para reconocer la independencia de las especies y tenga como prioridad asegurar el florecimiento de todos los seres vivos.
Las llamadas a priorizar lo humano en el diseño están enfocadas en todas las industrias, incluida la industria de la moda. A principios de 2020, Antonelli realizó una exposición en el MoMa con obras del diseñador Neri Oxman, ahí retrató el trabajo centrado en la naturaleza.
El proceso de Oxman estuvo realizado junto con Mediated Matter en el MIT Media Lab; un buen ejemplo de lo que podría significar en la práctica descentrar lo humano en el diseño. También el arquitecta y diseñadora israelí-estadounidense mostró cómo la IA podría ayudar a mediar las necesidades humanas con las limitaciones ambientales y el bienestar de ecosistemas con otros seres vivos.
Oxman tiene uno de los proyectos más ambiciosos bajo este concepto, en 2013 desarrolló Silk Pavilion, una cúpula de acero inoxidable e hilos de seda. Donde explora el potencial del codiseño entre especies buscando alternativas a los materiales sintéticos utilizados en el diseño de productos y arquitectura. El equipo de Oxman estudió los patrones de producción de capullos de gusano de seda y aplicó ingeniería inversa al comportamiento del giro del gusano de seda.
Si bien, el algoritmo que inicialmente replicó el comportamiento del gusano de seda vivo, también dirigió este proceso de crecimiento biológico, mediando entre especies para optimizar la construcción del diseño alocéntrico. La combinación de la fabricación basada en fibras digitales, biológicas, la planificación humana, se hizo sin interferir en la reproducción del gusano de seda.
De la misma manera, el diseño alocéntrico reconoce el valor de las especies a través de un sistema donde diversos agentes diseñan el mundo juntos y experimentan uno al lado del otro. El descentramiento conceptual de lo humano en el diseño rechaza un ambientalismo donde la tecnología trata únicamente de detener el declive humano. Si el diseño está interesado en la sostenibilidad, puede mantener a los seres humanos en la cima, pero no deja de combatir la lógica en el centro de la crisis actual.
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